12 de septiembre de 2009

Manifestación Sabado 12 Sep 2009

Ridículo, que 8 de cada 10 pesos vayan al gasto corriente: IDU

Reducción de sueldos a clase política salvaría 66% del boquete presupuestal

“Existe un boquete (en México) de 300 mil millones de pesos, según el gobierno federal. Si la clase política se redujera el sueldo a la mitad, habrían las condiciones de ahorro para unos 200 mil millones de pesos, lo que representaría un parche (al boquete) del 66 por ciento”, es la explicación de Omar Nava, un joven de no más de 23 años, estudiante de la Universidad de Guadalajara.

Omar pertenece a la llamada Izquierda Democrática Unida (IDU), un grupo integrado por unos 30 jóvenes simpatizantes con movimientos que no sean de derecha e interesados en dar a conocer cómo afectará el aumento de 2 por ciento general, promovido por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa en su afán por captar recursos.

La IDU, manifestada en sus integrantes, expresó ayer por la tarde, frente a la Plaza de Armas, su rechazo al paquete fiscal para 2010 presentado por el Ejecutivo federal.

“No podemos continuar con un gobierno rico y un pueblo pobre, en donde ocho de cada 10 pesos van a gasto corriente”, detalló el joven.

“Gobierno rico, pueblo pobre”. La frase bien valdría para una novela; de ficción tal vez. En el caso de México, no. El enunciado fue plasmado en las diferentes cartulinas con las que los jóvenes de izquierda quisieron llamar la atención de los paseantes del Centro Histórico de Guadalajara, en una tarde de sábado.

“La gente, cuando hablamos, asiente con la cabeza. Pero pareciera que hay una anestesia generalizada, que el pueblo no despierta”, lamenta el muchacho.

“¿Cómo le va a afectar a la gente, en su bolsillo, las propuestas de Calderón?”, se le pide que describa.

“Una es el gravamen de 2 por ciento a alimentos y medicinas: toda la gente consume alimentos, medicina, ¿cómo es posible que, cuando tengas hambre o cuando te enfermes te tengan que cobrar de más?”, es su primera respuesta.

Su segunda observación radica en el impuesto sobre la nómina que aumentará del 28 al 30 por ciento.

La solución es sencilla y todo mundo lo sabe, incluyéndolo a él: que los políticos se bajen el sueldo. Pero “no hay voluntad política” para ello.

“No sé si es falta de sensibilidad o de voluntad”, agrega. “A mí me preocupa además que los recortes a salud y educación incrementen la inseguridad”, añade.

El joven remata: “Todo esto es una falta de respeto al pueblo de México y de sensibilidad a quienes les pagan (a los gobernantes) su sueldo”.

Mauricio Ferrer La Jornada Jalisco