26 de noviembre de 2009

Astillero - 26 Nov 2009


  • Cédula enigmática
  • Control impuesto
  • ¿Mex-mapaches en Honduras?
  • Adeudos de Olegario

El gobierno calderonista ha sacado adelante, contra viento y marea, su peculiar proyecto de obligar a los ciudadanos a que cuenten con una cédula de identidad ciudadana (aun cuando originalmente parecía que los dineros para ese asunto habían sido negados en el proyecto federal de egresos para 2010, simplemente fueron asignados a otra partida; la misma gata, pero de otra manera presupuestada). Rara insistencia en gastar tanto dinero cuando la crisis aprieta y cuando los mexicanos cuentan, bien o mal, con una credencial de votar que les sirve por completo para las funciones que a las personas interesan.

La forma implacable en que el felipismo ha decidido implantar esa cédula hace pensar en cuando menos tres posibilidades turbias: que esa forma de control de masas ha sido impuesta por los intereses estadunidenses que siguen empecinados en usar a nuestro país y sus instituciones de presunta seguridad e "inteligencia" como coadyuvantes nativos; que la instalación de ese documento es una avanzada de maniobras cibernéticas con las que se pretenda más delante dar pie a tretas de adulteración electoral al puritito estilo Hildebrando; o que el negocio prometido es tan suculento que ha de cumplirse al costo que sea. Obvio es que a cualquier ciudadano con cierto conocimiento histórico de estos temas le ha de parecer más interesante una solución ecléctica: lo que mueve a imponer la CIC son los tres puntos, cada uno con sus dimensiones y beneficios específicos. Lo cierto, por otra parte, es que el simple hecho de que el secretario de gobernación, Gómez Mont, sea su principal defensor e impulsor, y que asegure que no hay nada oscuro en el tema, hace ver políticamente que esa forma de identificación, y sus eventuales vinculaciones electorales posteriores, han sido tomadas ya por el calderonismo.

Para demostrar que los riesgos de manipulación electoral son una especialidad doctoral en México, ayer se publicó que "Autoridades de investigación detuvieron a catorce personas de nacionalidad mexicana, quienes estarían montando el equipo computarizado para montar el fraude electoral del próximo domingo 29, día de las elecciones generales". Según esa nota, los mexicanos habrían sido apresados "en el noveno piso de un lujoso hotel" de la capital de Honduras, donde "también se ha incautado equipo de cómputo de alta tecnología", por la sospecha de que en él se tuvieran "los programas informáticos para realizar dicho fraude. Sin embargo, hasta el momento la Policía Nacional no se ha pronunciado sobre la detención de los extranjeros". Cedular, perdón, calidad de exportación. El fraude electoral hecho en México, está bien hecho.

Astillas

El autor de México SA, Carlos Fernández-Vega, podría ser acusado de autoría intelectual involuntaria de un desaguisado que se suscitó el pasado martes en uno de los programas radiofónicos de Imagen, a cuya conductora, Yuriria Sierra, sus propósitos originales de crear controversia ajena se le revirtieron. Resulta que al estudio de la estación que forma parte del consorcio de Olegario Vázquez Raña llegó, en el contexto de una discusión entre tres diputados federales (Gerardo Fernández Noroña, Javier Corral y Carlos Flores Rico), alguien que había sido considerado para participar brevemente por teléfono, el tuitero Óscar García (llamado, en tuiter, @robot2xl), quien finalmente pudo tomar la palabra en cabina y, entre otros temas, mencionó que el dueño de Imagen, Excélsior, canal 28 de televisión abierta y cadenas hospitalarias y hoteleras tenía altos adeudos fiscales. Esa referencia provocó tal barullo en el estudio que la conductora, luego de un par de minutos de discusiones y alegatos en que las voces se encimaban, prefirió mandar la emisión a un corte y, en ese lapso, hacer que los servicios de seguridad privados llevaran al opinante indeseado a las afueras del establecimiento.

Más allá de los detalles del tratamiento que se dio a un opinante nada convencional, las referencias a las deudas fiscales son ciertas y se publicaron el pasado 3 en la columna del siempre bien documentado Fernández-Vega, quien tomó parte de la nota publicada un día atrás en La Jornada por Víctor Cardoso, mencionando que "el sector privado adeuda 453 mil millones de pesos en créditos fiscales, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Hacienda".
El autor de México SA señaló que en ese monto de adeudos está “Realtur, propiedad de Olegario Vázquez Raña –el favorito de la feliz pareja Vicente Fox-Marta Sahagún–, que no ha pagado mil 302.24 millones”. Ése es el tema: los adeudos fiscales de empresas favorecidas por arreglos sexenales. Los beneficios de unos cuantos mientras la soga de los impuestos se aprieta para los demás. Justamente por ser una empresa de Olegario Vázquez Raña, Imagen haría bien en ahondar en el tema y esclarecer el punto...

Tres renuncias: en el contexto de un acto encabezado por Felipe Calderón, al que fue invitada, Ruth Zavaleta adelantó que dejaría el PRD; por la noche, aseguró que no se afiliará a otro partido y dijo que ya no se sentía a gusto en el sol azteca, donde "ya no tenía expectativa"; por otra parte, Juanito dice adiós al PT porque este partido dejó de pagarle hospedaje, comidas y gastos en un hotel en el que ya lleva viviendo tres meses; y Fernando Gómez Mont precisó que no aspira a ser candidato presidencial en 2012 (¡chin: tanta gente que estaba ya tan emocionada con esa posibilidad!)...

El reloj político de Calderón está atrasado: ayer decidió que ya es hora de cambiar el rumbo de la política social. En una feria de declaraciones también dijo que el país ha estado en riesgo de irse de las manos... Y, mientras Ebrard le apuesta a la estructura del PRD, a sus métodos y fuerza, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a Oaxaca calentarse (electoralmente)!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx