8 de noviembre de 2009

El gobierno despilfarra recursos

Especialistas económicos consideran que el gasto del gobierno mexicano es ineficiente, con programas que no deberían de existir o que se duplican y una burocracia privilegiada que vive a expensas de los contribuyentes, quienes encima tienen que pagar por diversos servicios.



José Manuel Arteaga y Rubén Migueles

Especialistas económicos consideran que el gasto del gobierno mexicano es ineficiente, con programas que no deberían de existir o que se duplican y una burocracia privilegiada que vive a expensas de los contribuyentes, quienes encima tienen que pagar por diversos servicios.

Pese a que las erogaciones generales de México son las más bajas, si se comparan con las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico —24.8% del PIB desembolsa nuestra nación contra 42% de países de la OCDE—, el problema radica en el despilfarro y el mal uso de los recursos públicos.

Académicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Tecnológico de Monterrey, del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE) expusieron a este diario que el problema principal es el desperdicio de los fondos.

En opinión de los expertos existen rubros en el gasto que se pueden recortar y podrían generar una bolsa mínima de 100 mil millones de pesos, pero que inclusive superaría los 200 mil millones de pesos.

José Luis de la Cruz, académico del Tecnológico de Monterrey, presentó un primer diagnóstico de ajuste al gasto que sumaría 107 mil 201 millones de pesos del ramo administrativo, los cuales saldrían de rubros como compensación garantizada, primas quinquenales, acreditación por años de servicios, horas extra, asignaciones docentes y recursos adicionales al sueldo.

Además de otras prestaciones de carácter laboral y económico, estímulos de productividad, servicios de asesoría y consultoría, subcontratación de terceros, congresos, convenciones y también subsidios a rubros como fideicomisos privados.

Aníbal Gutiérrez, especialista en finanzas públicas de la UNAM, consideró que el problema central del gasto gubernamental es que no tiene la capacidad para conducir una estrategia de desarrollo que vaya más allá del carácter anual del paquete económico que trascienda lo sexenal.

Isaac Katz, académico del ITAM, dijo que otro problema que se presenta en México es que existen programas mal diseñados y que son de dudosa calidad para la población.


“Son presupuestos abultados y mal aplicados, que merecen ser reconsiderados”.

Eugenio Gómez, catedrático del IPADE, puntualizó que hay programas que han sido evaluados por consultores externos pagados por el gobierno, los cuales fueron bastante mal evaluados, pero continúan vigentes y con asignación presupuestal.

Para José Luis de la Cruz, del Tecnológico de Monterrey, el gobierno pide dinero para sus erogaciones, sin importarle sacrificar a la gente para que pague más impuestos.