15 de noviembre de 2009

Fibra óptica: obras en lo oscurito


En las calles de las colonias Cuauhtémoc y San Rafael de la Ciudad de México, donde los extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro protestan por la extinción de la compañía, cada noche cuadrillas de obreros con maquinaria trazan en el suelo una alambicada ranura. Se trata del tendido de fibra óptica que lleva a cabo WL Comunicaciones, la empresa con la que pretendía competir el Sindicato Mexicano de Electricistas en el mercado del triple play antes de que Calderón lo sacara de la competencia.

El martes 10 de noviembre, alrededor de las 22:00 horas, una decena de trabajadores perfora con taladros hidráulicos el concreto en la acera de la calle de Sullivan esquina con Sadi Carnot, en la colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México, para instalar una red de fibra óptica propiedad de WL Comunicaciones.

Un letrero pintado en una manta y colocado sobre la excavadora, lo confirma: "La empresa WLCOM construye obra para WLCOM que cuenta con una concesión de la SCT para construir una red pública de fibra óptica".

Al preguntarle qué tipo de obra están realizando, un trabajador contesta: "La delegación Cuauhtémoc nos dio permiso". Otro interviene: "No podemos decir nada, hable con el supervisor".

Sólo trabajan de noche. En esas calles los obreros colocaron unos plásticos fosforescentes color naranja para advertir de su presencia a los automovilistas; instalaron unos focos con luz blanca. Alguien vigila en un automóvil Jetta negro, placas 530-RWF, sin logotipo.

No hay letreros convencionales para informar qué tipo de obra se realiza ahí, ni avisaron a los vecinos. El encargado de una sastrería ubicada en Sadi Carnot y el mesero del restaurante Sully Barignoran que lo que están haciendo los hombres que trabajan en la acera es instalar un red de fibra óptica.

Los trabajadores no están bien equipados. Un hombre joven que corta el concreto se cubre del polvo con la capucha de su chamarra; los que cavan la línea con picos, los que barren el cascajo y lo recogen con palas, sólo se abrigan con un chaleco, también naranja.

La reportera y el fotógrafo de Proceso siguen la línea de fibra óptica recién instalada en la colonia Cuauhtémoc. En la esquina de Río Marne y Río Lerma está una coladera de concreto que dice: "Peligro: fibra óptica. WLCOM".

Irónicamente, hay otra de estas coladeras en la esquina de Río Lerma y Río Neva, cerca de la entrada principal del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), liderado por Francisco Hernández Juárez, diputado federal por el PRD. Otra más está en Río Rhin y Paseo de la Reforma. La fibra óptica está colocada de manera paralela a la red eléctrica de la extinta Luz y Fuerza del Centro.

La línea tiene cinco centímetros de ancho por ocho centímetros de profundidad, aproximadamente, y está construida a un metro 25 centímetros de la banqueta, dejando espacio para que se estacionen los coches en la calle. Se nota que se está perforando el concreto de manera apresurada porque la línea serpentea.

Esta instalación va dirigida a dependencias del gobierno federal, su clientela potencial. Por ejemplo, sobre Paseo de la Reforma la perforación lineal se detiene frente a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en La Palma, donde se construye el Arco Conmemorativo del Bicentenario de la Independencia.

Este es un extracto del reportaje que se publica en la edición 1724 de la revista Proceso que empezó a circular el domingo 15 de noviembre.