21 de diciembre de 2009

La 'rebelión de los deudores

En diciembre de 2008, un pequeño grupo de mujeres que peleó durante la crisis de 1995 a favor de quienes tuvieron problemas hipotecarios reactivó lo que se conoció como Asamblea de Deudores, pero ahora para asesorar a miles de personas acosadas por los despachos de cobranza de los bancos debido a adeudos por tarjetas de crédito. La agrupación pasó a llamarse Deudores en Movimiento, y a lo largo del último año se han acercado casi 1,500 personas que han aprendido a defenderse del hostigamiento. Ante el crecimiento que sigue mostrando la morosidad en los plásticos, el movimiento se prepara para nuevas etapas de lucha.

A lo largo de este año ha habido “victorias en el sentido de que los deudores que están con nosotros ya saben defenderse del acoso, porque el acoso por parte de los despachos de cobranza sigue, siguen violando nuestras garantías individuales, nuestros derechos, y hoy por hoy los que están organizados con nosotros y los que han venido se han informado, los hemos asesorado, ya se van relajados y cuando otra vez empieza la presión fuerte, regresan”, comentó Evelia Lamarque, representante de Deudores en Movimiento.

La crisis de los deudores comenzó hace casi un lustro, porque “los bancos sin revisar saldos daban créditos, sin hacer estudios socio económicos, sin límites de créditos. Fue una irresponsabilidad, se fueron solamente por la voracidad de colocar plásticos, porque es lo que más les genera [ganancias] por las altas tasas de interés […] finalmente los bancos no están perdiendo ni un centavo porque tienen contemplado declarar como pérdidas cierto porcentaje”.

Agregó que la crisis económica “no es para los bancos, la crisis sigue siendo para nosotros los consumidores porque no hay una ley realmente clara que nos proteja”.

Y esa crisis ha golpeado sin distinción a la sociedad. Por las oficinas del movimiento pasan lo mismo obreros que comerciantes, doctores, taqueros y burócratas. El promedio de las deudas de las personas es de 150 mil pesos, la mayoría por los adeudos de varias tarjetas.

Este problema se ha agravado con el crecimiento del desempleo. Lamarque señaló que los bancos “quieren ocultar” que la cantidad de personas con deudas sigue creciendo, pese a que los dirigentes del ramo bancario afirman que el índice de morosidad ha moderado el crecimiento que traía desde el final de 2008. “Creo que no hay una familia que no tenga un deudor en casa. A diario vienen aquí personas, tres o cuatro en promedio al día” buscando asesoría.

Entre las recomendaciones que se hacen a los deudores se destaca el no firmar convenios de reestructura de adeudos, sino buscar negociar la deuda, pues una reestructuración “no resuelve nada, porque finalmente consiste en que el deudor tiene que pagar cierta cantidad, le dan un plazo para pagar la deuda que ellos dicen que se les debe y prácticamente el deudor cae en esa trampa porque ya no quiere seguir siendo acosado, pero a la vuelta de tres o cuatro meses está en la misma situación al no tener ninguna certeza de poder cumplir” unas condiciones que le son desfavorables.

En cambio, la asociación recomienda presionar al banco por una negociación, la cual “nosotros interpretamos con ‘quitas’, con una negociación justa donde yo digo como deudor, si tú banco dices que te debo 100 mil pesos, me haces una ‘quita’ de 60 o 70 por ciento, lo restante me comprometo a pagarlo”.

Pero la base de la negociación debe partir de pagar “lo justo”, es decir, eliminar los intereses que se hayan acumulado y, de ser necesario, dar un plazo de pago al deudor, pues muchos no tienen la capacidad de pagar en una sola exhibición.

Lamarque comentó que los bancos han sido renuentes a aceptar estas negociaciones, aunque reconoció que “el banco que empieza abrirse un poco es Bancomer […] parece ser que se ha sensibilizado ante esta situación, es el único banco, los demás no sé lo que están esperando. Se tienen que sensibilizar, no hay dinero para pagarles en una sola exhibición, y si ellos quisieran recuperar ese dinero, con poco que le pague el universo de cuántos millones de deudores que somos, pues ellos mes a mes estarían recibiendo sus buenos millones de pesos”.

También advirtió a los bancos que al cabo de cinco o seis años, cuando los deudores salgan del Buró de Crédito, ellos mismos serán sus futuros clientes, de manera que al insistir con los acosos de parte de sus cobradores y al cerrar las puertas a la negociación estarán perdiendo futuros clientes.

Ahora, vía legislativa

Junto con las asesorías, el grupo también ha ejercido presión pública en el año con manifestaciones, exigiendo en Derechos Humanos garantías de protección.

La presión llevó este año a la Asociación de Bancos de México a firmar un código de ética junto con los despachos de cobranza donde se comprometieron a frenar las técnicas que incluyen intimidación, hostigamiento y acoso. Sin embargo, Lamarque dijo que los bancos y las agencias de cobranza han violado ese código.

Para 2010 la estrategia se enfocará también al campo Legislativo. El grupo tiene contactos con los diputados Gerardo Fernández Noroña y Enrique Ibarra porque “queremos presentarles una iniciativa para que haya algún programa de apoyo y rescate a deudores tanto de tarjetas de crédito como hipotecarios e incluso empresariales” pues apuntó, también han crecido los índices de morosidad en empresas.

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