4 de marzo de 2010

Democracia incompleta | Miguel Bazdresch Parada

Nuestra democracia mexicana sigue en construcción. Es un edificio levantado, en parte, encima de cimientos de un régimen no democrático. Todavía lo habitan seres crepusculares nostálgicos de la vieja casa hoy semi-derruida. En parte los cimientos nuevos apenas están en construcción y el edificio ya esta habitado por nuevos propietarios exigentes, urgidos de una casa propia. Muchos habitantes, antiguos y nuevos, no tienen ingresos suficientes para pagar la mensualidad. Es una democracia a la que hay que construir, habitar y pagar el precio todo a la vez. Esta situación hace surgir episodios caóticos y hasta destructivos entre los habitantes.

Para acabarla de complicar hay mexicanos empeñados en evitar los avances en la construcción de la democracia o pretenden paralizarla en su estado actual con todo y carencias. El edificio a medias, las urgencias de los constructores y los habitantes, el caos episódico y la confusión es alimento precioso para su negocio. Al menos así actúan. Antes se les llamaban “emisarios del pasado” hoy se les dice “poderes fácticos”.

Un ejemplo del crepúsculo que define a ciertos habitantes que vienen del pasado remoto lo puso el senador Manlio Fabio Beltrones hace unos días. Tuvo la gentileza de avisarnos a los ciudadanos empeñados en la democracia que “los ciudadanos no quieren empoderarse, que queremos educación, agua, salud...”. Sólo le faltó recordarnos que a los siervos se les da “pan y circo” y que él se encarga del circo. Sirva el ejemplo para visualizar cómo estos seres crepusculares obstaculizan a la democracia en nombre de la misma democracia. Sirva para darnos cuenta de que nos falta poder a los ciudadanos para pedirles cuentas de los frutos de su trabajo a esos habitantes permanentes del erario público. Nos falta poder para, una vez conocidos tales frutos, evaluarlos frente al país y decidir las consecuencias. Nos falta poder para pedir y conocer las razones por las cuales el actual presidente de la República abandonó la mayor parte de las propuestas de campaña para centrar el gobierno en la llamada “guerra contra la delincuencia”. Nadie duda de la importancia de limitar y aun eliminar la organización criminal. Sin embargo, al tiempo que se incrementa la violencia vemos crecer pobreza y desempleo, fenómenos tan nocivos a la democracia como el crimen organizado. ¿Qué hizo decidir al presidente el abandono de las propuestas por las cuales fue elegido? Los ciudadanos demócratas debiéramos tener poder para conocer los motivos. Si algo requiere hoy nuestro edificio democrático es ciudadanos con poderes reales