28 de abril de 2010

De indígenas: una buena y otra mala |David Velasco #Copala

Maestro David Velasco académico del ITESO
en su participación semanal 
En el programa Forma y Fondo, de RadioMetropoli
Con los periodistas

Audio:


Radio Metrópoli. 28/04/2010.

De indígenas: una buena y otra mala

Mientras diputados y senadores se apuran un montonal de leyes y decretos – algunas que violentan el orden jurídico vigente, como ya lo comentamos la semana pasada – los pueblos indígenas viven días de pena y gloria. Con ellos hay una buena y otra mala. La mala es que la lucha entre los triquis de Oaxaca tuvo ayer un mal día. La buena es que las indígenas supuestamente secuestradoras de agentes federales podrían dejar la cárcel hoy mismo.

La mala es que San Juan Copala, un municipio autónomo de indígenas triquis, vive un estado de sitio desde principios del año y no parece que haya autoridad alguna que lo pueda impedir. La historia de las luchas entre diversas organizaciones triquis es larga. La lucha por el control del territorio, por la conservación de una cultura y, en particular, por la construcción de la autonomía, ha pasado por diversas etapas y, en especial, por diversas estrategias contrainsurgentes apoyadas por cacicazgos regionales organizados alrededor del PRI.

Tres organizaciones triquis pelean el control del territorio, con todo lo que implica. El Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, el MULT, del que se desprendió un MULT – Independiente, quienes luchan por la construcción del Municipio Autónomo de San Juan Copala; y de unos años para acá, se formó la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui, la Ubisort, que ha llegado a ser en la práctica un grupo paramilitar, de filiación priísta y que es la organización que tiene cercado el pueblo de San Juan Copala.

El día de ayer, martes 27 de abril, una Caravana de Observación Internacional formada por diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos, alrededor de 40 personas, fueron atacadas desde diversos puntos antes de llegar a San Juan Copala. No hay información precisa, pero se habla de dos muertos, más de 15 heridos y varios desaparecidos. Francisco López Bárcenas – notable abogado indígena –, de la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos, dijo que también se desconocía el paradero de Viris Jacola y Meni Morne, de Finlandia; David Casinori, de Italia; Martín Santana, de Bélgica, y de los oaxaqueños David Venegas, David Arellano y Rubén Valencia.

1 Como suele suceder en estos casos, las autoridades oaxaqueñas ni intervinieron, ni supieron “de manera formal” de la Caravana, y mucho menos reconocen el apoyo que brindan a los paramilitares de la Ubisort. Situación particularmente grave por tratarse de una Caravana Internacional. Los organismos defensores de los derechos humanos en Oaxaca denuncian los hechos y exigen una investigación a fondo.

La buena noticia es que Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan podrían abandonar la cárcel esta noche o en la madrugada de mañana. Todo va a depender que por lo menos tres de los cinco ministros de la SCJN voten a favor del dictamen de la ministra Olga Sánchez Cordero, quien encontró varias irregularidades en el proceso que condenó a las indígenas ñañú a 23 años de cárcel porque supuestamente secuestraron a seis agentes federales en un operativo realizado en un tianguis en Santiago Mexquititlán, del estado de Querétaro. De ser así, Teresa y Alberta se unirían a su compañera Jacinta Francisco Marcial, quien fue liberada hace ya algunos meses. Y es buena noticia por obvias razones. En este México nuestro tan bizarro y paradójico, en el que los patos le disparan a las escopetas, se legaliza lo ilegal, los ricos les quitan a los pobres y las trasnacionales se comen poco a poco lo que queda de las empresas estatales, los policías antisecuestros se dedican a secuestrar y los soldados acribillan a niños inocentes, como los Almanza, que se haga justicia a mujeres indígenas como Teresa y Alberta, es una buena noticia.