15 de abril de 2010

Senado mexicano rechaza en una apretada votación condenar a Cuba por DD.HH.

El Senado mexicano rechazó hoy, en una apretada votación, aprobar un punto de acuerdo para expresar al Gobierno de Cuba su condena por la muerte del opositor Orlando Zapata Tamayo y solicitarle una apertura de diálogo con los disidentes en la isla.

De los 128 senadores, 43 votaron en contra del dictamen y 42 lo hicieron a favor, mientras que el resto de los legisladores se ausentaron en el momento de la votación o no acudieron a la sesión.

El tema causó divisiones al interior de los partidos Acción Nacional (PAN, en el poder), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), pues algunos de sus legisladores habían adelantado que votarían a favor y otros en contra, al tiempo que crecían las presiones de distintos sectores para que hubiera un pronunciamiento de México.

El senador izquierdista Ricardo Monreal, del Partido del Trabajo, quien dijo estar en contra del punto de acuerdo, expresó que México "no puede ser la luz de la calle y oscuridad en su casa", cuando "no se hace nada en el propio país en el que se viven cada día violaciones de los derechos humanos".

El debate sobre el punto de acuerdo surgió como consecuencia de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, el pasado 23 de febrero, tras permanecer 85 días en huelga de hambre en una cárcel de la provincia de Holguín.

La propuesta de iniciativa fue presentada el pasado 18 de marzo, pero su discusión fue aplazada en tres ocasiones después de que el embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera, presionara a los senadores para evitar que se aprobara.

Hace un mes el diplomático envió una carta al Senado en la que pedía que se reconsiderara el tema por estimarlo "improcedente", toda vez que el asunto no le concierne a México por tratarse de "la política de otro Estado".

En la misiva, el diplomático advirtió incluso que podría "incidir negativamente en la relación bilateral de México y Cuba".

"Mi voto es en contra porque es una condena virulenta a un país que ha soportado 50 años de acoso y embargo", apuntó Monreal.