28 de junio de 2010

El calderonato y el homicidio de Torre Cantú

Desde su inicio, el régimen actual se ha dedicado a desestabilizar al país y a llevarlo a cotas cada vez mayores de ingobernabilidad, confrontación, violencia y desasosiego. Esta tarea se ha realizado por diversas vías: provocación deliberada del descontento social mediante el hostigamiento a los sindicatos independientes, la permanente agresión (en alianza con los cacicazgos priístas) a las comunidades indígenas, la contención salarial, la inflación, el incremento de impuestos, el crecimiento del desempleo, medidas económicas descaradamente favorables al capital, negación de la justicia (asesinad@s de Ciudad Juárez, niños de la ABC, etc.) o uso de las instancias de procuración e impartición para venganzas políticas (Atenco, Oaxaca, Michoacán, Quintana Roo...)

En la objetividad económica, Calderón actúa como facilitador de negocios de los narcotraficantes: al reforzar la prohibición y la persecución de la droga, les multiplica la materia de trabajo, les permite incrementar el valor agregado de sus mercancías, les da margen, así, para la obtención de mayores utilidades y les proporciona el elemento principal del poderío narco: burlar la prohibición.

El calderonato no tiene nada que hacer en los escenarios electorales. Está claro que la única forma que tiene para conservar las posiciones de poder que detenta es manteniendo a los mismos que ahora las ocupan, no renovándolos en procesos comiciales. La desesperación de Los Pinos ante sus inminentes derrotas en las urnas es tan patente que se echó mano de alianzas con el PRD y con la supresión de la tenencia. Calderón ni candidato tiene para 2012; me permito leer el dato como un indicio de que acaso no esté seguro de que habrá elección ese año. Tal vez porque cuenta con suprimirla. Tal vez no.

El asesinato de Torre Cantú fue una suerte de golpe de Estado en el ámbito tamaulipeco: eliminar al candidato que tenía el triunfo en la mano equivale a meter la mano en la integración de la gubernatura próxima. O por decirlo de otra manera: al asesinar al candidato priísta, los autores del homicidio anularon, de facto, la elección próxima. ¿Podría ser un ensayo de cara a 2012?

No ignoraremos que la plaza Tamaulipas está siendo disputada, al parecer, entre una alianza de los cárteles del Golfo y Sinaloa, por un lado, y los Zetas, por el otro. Se han dicho muchas cosas sobre un presunto favoritismo del calderonato para con el cártel de Sinaloa. No sé si tales señalamientos son ciertos o no, pero me parece razonable suponer, habida cuenta del carácter delictivo de las familias que se reparten el poder (la priísta, la panista y las menores) que sectores tricolores y sectores blanquiazules estén más o menos alineados con distintos cárteles. ¿O son los cárteles instrumentos de los políticos? Supongo que, en algunos casos, los subordinados serán los “delincuentes profesionales” (por así decirlo), y que en otros, serán los políticos los que actúen bajo el mando de los capos (sí, ya sé que es difícil quiénes son unos y cuáles son los otros).

Los beneficiarios de una cancelación de las vías pacíficas de hacer política (las elecciones son las únicas que tienen en mente, porque no quieren o no pueden ver las otras) son, obligadamente, quienes preconizan soluciones de fuerza y de violencia. ¿Y qué se ha pasado haciendo Calderón a lo largo de su periodo?

No tengo ningún dato en firme que indique que el calderonato prepara un “fujimorazo”, pero sí muchos que refieren su desprecio por las formas democráticas, por la representatividad y por la voluntad popular.

Con estos elementos de juicio disponibles, me parece lógico concluir que el beneficiado principal con el asesinato de Torre Cantú es el grupo que actualmente ocupa el poder federal, independientemente de que el crimen haya sido planeado, o no, en las esferas del Ejecutivo.

Está por verse la reacción del dinosaurio priísta, que además de malvado es mal pensado. Tanto si la ejecución del candidato a gobernador de Tamaulipas genera, en los días próximos, un mayor encono entre priístas y panistas, o si no, podrá encontrarse respuestas parciales a las preguntas y dudas aquí enunciadas.


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