2 de junio de 2010
San Juan Copala y Jalisco, defensores en riesgo || David Velasco #ITESO
Maestro David Velasco académico del ITESO
en su participación semanal
En el programa Forma y Fondo, de RadioMetropoli
Con los periodistas
Audio:
Radio Metrópoli. 2/06/2010
Ya vimos que el mundo también tiene su San Juan Copala, luego de que el ejército israelí atacó una caravana que llevaba ayuda humanitaria a los palestinos de la Franja de Gaza, acción que ha levantado la condena de activistas internacionales de todo el mundo, como es de justicia en cualquier corazón humano digno.
Pero entre nosotros, pareciera que el mundial de fútbol opaca las diversas luchas electorales que se desarrollan en este 2010, con todos los enredos imaginables, como un candidato a gobernador a quien se le declara la formal prisión, y se mantiene en la cárcel; otro en proceso de investigación, con amparo del TEF, otros con alianzas vergonzosas, ya no importan ni los colores ni los principios, sino el que tenga más billete para comprar espacios en la televisión.
Así sucede con la política de arriba, todos contra todos, por un pedazo de presupuesto, es decir, por privatizar dinero público, por acomodar a los cuates, a los compadres y, sobre todo, a la familia. Si algo no ha cambiado la política mexicana es en aquello que dijera Fidel Velázquez, “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Y vaya que tenemos ejemplos de quienes buscan evitar los errores a toda costa.
En Jalisco, nomás para no ir hasta la Franja de Gaza, se acaba de cometer una de las mayores aberraciones que en materia electoral se puedan cometer. Y ya es decir, porque hemos visto ya tantas, sólo por mencionar que en México, a diferencia de otros países que se llaman democráticos, tenemos un presidente de la república impuesto por un tribunal electoral. Tan simple como eso. Si así ocurre a nivel federal, pues en el nivel local, no podíamos esperar menos. La reciente composición del organismo electoral de Jalisco es el resultado de la más abyecta y vulgar venta de ocasión, de temporada, de la presidencia del instituto y de sus consejeros. ¿Subasta pública? Nada de eso. Las subastas son para damas y caballeros que se respetan como tales y cuya palabra se respeta, por supuesto. En cambio, la manera como los partidos políticos, es decir, los vendedores de una mercancía sumamente preciada - ¿a quién le dan pan que llore con más de cien mil pesos de sueldo mensual? – literalmente como marchantes del tianguis más popular que se pueda imaginar, negociaron y se apalabraron con sólo siete de los más de cien ingenuos que creyeron en esa farsa de un examen de aptitudes y algunas entrevistas que le siguieron.
El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, dejó de ser el órgano ciudadano que mereció grandes elogios hace ya varios años y cuyos integrantes eran a título honorífico y no recibían ningún sueldo. Sí, lo oyó usted bien, NO COBRABAN SUELDO!! Incluso, cuando se habló de la posibilidad de que ya no fueran honoríficos, sino a sueldo, uno de ellos, el Dr. Jorge Alonso Sánchez, recientemente homenajeado y a quien enviamos afectuoso saludo, renunció. No es para menos. Un órgano ciudadano, de carácter honorífico, organizó las elecciones en las que triunfó el Ing. Alberto Cárdenas. Ahora, ya no hay tal órgano ciudadano. Se trata de un organismo partidizado, con enorme presupuesto y que tiene comprometidos a todos sus miembros con aquellos que los apadrinaron, o mejor dicho, con aquellos que les hicieron creer que gracias a ellos y a su voto, tienen el cargo que ahora tienen.
En la política de arriba así se estila, ¿cuánto das, tanto te doy? No das nada, nada te doy. De esta manera, las elecciones que se realicen en Jalisco, es como un árbitro de fútbol elegido y pagado por uno de los equipos contendientes y, además, en cancha propia. ¿Qué credibilidad puede tener un árbitro así? No de otra manera, sucederá en las elecciones locales. Así pasa en la política de arriba. Porque en la política de abajo, la mayoría de hombres y mujeres que participan en ella, no cobran sueldo, son voluntarios, se movilizan y organizan para exigir justicia, denuncian cuando son intimidados, hostigados y amenazados de muerte, como la digna lucha y resistencia que desarrollan los hombres y mujeres dignos y rebeldes de Temaca, en contra de la presa El Zapotillo.
Igualito que hacen los activistas solidarios con los palestinos y su ayuda humanitaria y en contra del cerco israelí en la Franja de Gaza.
Igual que ocurre en todos los rincones del mundo donde laten corazones rebeldes y dignos.
Pero entre nosotros, pareciera que el mundial de fútbol opaca las diversas luchas electorales que se desarrollan en este 2010, con todos los enredos imaginables, como un candidato a gobernador a quien se le declara la formal prisión, y se mantiene en la cárcel; otro en proceso de investigación, con amparo del TEF, otros con alianzas vergonzosas, ya no importan ni los colores ni los principios, sino el que tenga más billete para comprar espacios en la televisión.
Así sucede con la política de arriba, todos contra todos, por un pedazo de presupuesto, es decir, por privatizar dinero público, por acomodar a los cuates, a los compadres y, sobre todo, a la familia. Si algo no ha cambiado la política mexicana es en aquello que dijera Fidel Velázquez, “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Y vaya que tenemos ejemplos de quienes buscan evitar los errores a toda costa.
En Jalisco, nomás para no ir hasta la Franja de Gaza, se acaba de cometer una de las mayores aberraciones que en materia electoral se puedan cometer. Y ya es decir, porque hemos visto ya tantas, sólo por mencionar que en México, a diferencia de otros países que se llaman democráticos, tenemos un presidente de la república impuesto por un tribunal electoral. Tan simple como eso. Si así ocurre a nivel federal, pues en el nivel local, no podíamos esperar menos. La reciente composición del organismo electoral de Jalisco es el resultado de la más abyecta y vulgar venta de ocasión, de temporada, de la presidencia del instituto y de sus consejeros. ¿Subasta pública? Nada de eso. Las subastas son para damas y caballeros que se respetan como tales y cuya palabra se respeta, por supuesto. En cambio, la manera como los partidos políticos, es decir, los vendedores de una mercancía sumamente preciada - ¿a quién le dan pan que llore con más de cien mil pesos de sueldo mensual? – literalmente como marchantes del tianguis más popular que se pueda imaginar, negociaron y se apalabraron con sólo siete de los más de cien ingenuos que creyeron en esa farsa de un examen de aptitudes y algunas entrevistas que le siguieron.
El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, dejó de ser el órgano ciudadano que mereció grandes elogios hace ya varios años y cuyos integrantes eran a título honorífico y no recibían ningún sueldo. Sí, lo oyó usted bien, NO COBRABAN SUELDO!! Incluso, cuando se habló de la posibilidad de que ya no fueran honoríficos, sino a sueldo, uno de ellos, el Dr. Jorge Alonso Sánchez, recientemente homenajeado y a quien enviamos afectuoso saludo, renunció. No es para menos. Un órgano ciudadano, de carácter honorífico, organizó las elecciones en las que triunfó el Ing. Alberto Cárdenas. Ahora, ya no hay tal órgano ciudadano. Se trata de un organismo partidizado, con enorme presupuesto y que tiene comprometidos a todos sus miembros con aquellos que los apadrinaron, o mejor dicho, con aquellos que les hicieron creer que gracias a ellos y a su voto, tienen el cargo que ahora tienen.
En la política de arriba así se estila, ¿cuánto das, tanto te doy? No das nada, nada te doy. De esta manera, las elecciones que se realicen en Jalisco, es como un árbitro de fútbol elegido y pagado por uno de los equipos contendientes y, además, en cancha propia. ¿Qué credibilidad puede tener un árbitro así? No de otra manera, sucederá en las elecciones locales. Así pasa en la política de arriba. Porque en la política de abajo, la mayoría de hombres y mujeres que participan en ella, no cobran sueldo, son voluntarios, se movilizan y organizan para exigir justicia, denuncian cuando son intimidados, hostigados y amenazados de muerte, como la digna lucha y resistencia que desarrollan los hombres y mujeres dignos y rebeldes de Temaca, en contra de la presa El Zapotillo.
Igualito que hacen los activistas solidarios con los palestinos y su ayuda humanitaria y en contra del cerco israelí en la Franja de Gaza.
Igual que ocurre en todos los rincones del mundo donde laten corazones rebeldes y dignos.
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