3 de agosto de 2010

Manifiesto por la construcción de un #PRD moderno y competitivo en #Jalisco

Los partidos políticos en México deberían ser organismos de interés público, instancias propicias para la confluencia de distintas demandas y exigencias, instituciones capaces de procesar las demandas plurales en propuestas incluyentes, coherentes y representativas. El partido político debe ser la institución en la que se respetan los distintos intereses, en la que a través de la inclusión y el diálogo se construyen las propuestas que le dan carácter y dirección a la política.

El Partido de la Revolución Democrática en Jalisco, sin embargo, ha permanecido secuestrado por una mafia que lo único que ha hecho ha sido privatizarlo, que ha suprimido la pluralidad y la disidencia, ha vendido nuestras demandas, e instaurado un régimen interno de exclusión, intimidación, amenaza y mediocridad.

El PRD Jalisco ha sido secuestrado por el grupo que encabeza Raúl Padilla López, mismo que ha configurado una militancia de papel, repleta de fantasmas y vicios del pasado, anquilosada en el clientelismo y el corporativismo. El partido hasta hoy propiedad de Raúl Padilla ha sido ese que no ha cesado en fracasar elección tras elección. Es el partido que, bajo este dominio, en la última elección fue incapaz de conservar nueve de los diez municipios que gobernaba y cuya mediocridad llegó al nivel de no poder alcanzar una regiduría en Guadalajara y Zapopan, y de verse rebasado por el Partido Verde como la tercera fuerza política. Ha sido un partido que ha permanecido, cómodamente, en la pequeñez, porque como un instrumento de poder privado, le ha permitido a Raúl Padilla negociar, coquetear, prostituir y entregar el potencial del perredismo jalisciense al mejor postor en beneficio de sus intereses políticos personales.

El PRD de Raúl Padilla no es el partido de la izquierda jalisciense, no es el partido que encabeza demandas sociales, no es el partido que gana elecciones, no es el partido que representa una alternativa de gobierno en Jalisco. Es tan solo el apéndice que un poder fáctico ha utilizado para satisfacer sus intereses políticos, dinamitando cualquier proyecto político de izquierda, aniquilando cualquier disidencia y sumiendo en la mediocridad al perredismo de Jalisco.

La realidad del PRD Jalisco no es más que el reflejo de las oscuras negociaciones y de la enfermiza necesidad de poder de Raúl Padilla, en detrimento de la vida institucional de nuestro partido y de sus posibilidades de crecimiento y desarrollo.

El grupo de Raúl Padilla, en su afán por sostener sus intereses mientras sume en la frustración al PRD, ha jugado de manera oportunista con distintas corrientes nacionales del propio PRD, engañándolas y tergiversando los intereses del partido. Dicen alinearse con Nueva Izquierda, mientras que coquetean con la corriente Democracia Social para incrementar su capacidad de chantaje. Nosotros estamos convencidos que se requiere de la participación y el diálogo de todas las corrientes y expresiones de nuestro partido, y reconocemos que en Jalisco y México existen perredistas identificados con Nueva Izquierda y con las otras corrientes que quieren sacar adelante al partido.

Pero el control asfixiante del PRD en Jalisco ha llegado al límite de lo tolerable. El proceso de afiliación y reafiliación al PRD, que debería suponer un parteaguas para el partido, una nueva etapa fundacional, se ha venido abajo porque el proceso está a punto de sepultar de manera definitiva cualquier posibilidad de renovación de nuestro partido. El conjunto de irregularidades en el proceso de afiliación significa una burla para los miles de jaliscienses que queremos construir un proyecto de izquierda moderno, capaz y congruente.

Valga un recuento de los más recientes agravios: manipularon y definieron discrecional e ilegítimamente la composición de los Comités Municipales Provisionales, deslegitimaron la composición de la Comisión de Afiliación al colocar a dos de sus incondicionales; han secuestrado no sólo la operación de los módulos de afiliación sino todo el proceso de reafiliación al PRD; se han encargado de obstaculizar el derecho de los ciudadanos para afiliarse al partido, han amenazado, intimidado y golpeado a quienes acuden a observar el proceso de afiliación; han decido a su antojo la ubicación de los módulos, los han ocultado, secuestrado y manoseado según les convenga. Y mientras tanto, Raúl Padilla ya prepara desde la cúpula en la que se encuentra, el terreno para aniquilar al partido en aras de satisfacer sus intereses personales, familiares y de grupo. Están conscientes de que su mejor carta para el 2012 no es la construcción de un proyecto para que la izquierda crezca en Jalisco. Su convicción es que mediante la negociación de la marginación del PRD podrán obtener mejores dividendos producto de sus acuerdos inconfesables.

El PRD Jalisco no puede seguir en esta situación, no puede seguir siendo el partido privado de un grupo político rancio, no puede seguir siendo la moneda de cambio con la que el grupo de Raúl Padilla negocia sus posiciones políticas, manipula, chantajea y amaga. Por ello, nosotros, como parte integrante del PRD Jalisco, no estamos dispuestos a ser cómplices de esta situación; no formaremos parte ni seremos rehenes de la destrucción premeditada de la izquierda jalisciense.

Por todo lo anterior y porque rechazamos la inequidad, las amenazas y la exclusión, exigimos a la dirigencia nacional, lo siguiente:

1.- Exigimos la intervención del Comité Ejecutivo Nacional para que de inmediato corrija la conducción política del PRD en Jalisco.

2.- Exigimos la corrección integral del proceso de afiliación al PRD en el estado de Jalisco, porque la Comisión de Afiliación ha demostrado una parcialidad inaceptable y lo ha convertido en un cochinero.

Lo anterior es lo menos que nuestra convicción democrática de izquierda nos obliga a exigir. Incumplir estas demandas en favor del perredismo jalisciense y de la refundación de nuestro partido sería tanto como abonarle al descrédito en el que el grupo de Raúl Padilla ha sumergido al PRD en Jalisco. Pero aclaro, pase lo que pase, no vamos a renunciar a nuestra tarea de construir un proyecto de izquierda moderna y competitiva para Jalisco.

Que quede claro: esta situación no puede esperar semanas o meses. Si en diez días no tenemos una respuesta puntual del Comité Ejecutivo Nacional anunciaremos las medidas que habremos de tomar. Por lo pronto, anunciamos que nos retiramos del proceso de afiliación hasta no tener garantías políticas y de seguridad para continuar en el mismo, porque no seremos comparsas del esfuerzo de Raúl Padilla y sus secuaces por acabar con el partido, ya que lo único que quieren es seguir luchando contra la sombra de su propia mediocridad.

Enrique Alfaro Ramírez
3 de agosto de 2010

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