2 de septiembre de 2010

Mutismo ante el Informe

Ante el silencio de PRI, PAN, PRD, PVEM y Panal, Porfirio Muñoz Ledo (PT) reprochó a Francisco Ramírez, encargado de la mesa directiva hasta el domingo, el desaseo legal y político con el que la Cámara de Diputados desistió de sus atribuciones para elegir al presidente de ese órgano legislativo y dejar para otro día las posiciones de los partidos ante el cuarto Informe de gobierno de Felipe Calderón, que se recibió ayer.

Desde su curul, con evidente molestia, el petista lanzó: La elección de la mesa directiva no fue sometida a votación, sino a arreglos cupulares. Para que se pueda aplazar o diferir la salida de una mesa y la entrada de otra, se necesita someterlo al voto de esta asamblea, ¡no a las órdenes de un mandarinato! Va a ser electo supuestamente un presidente de Congreso en una sesión que no es de Congreso. Eso no sólo es una barbaridad, es una aberración jurídica. Lo menos que este Congreso debe hacer es respetarse. No somos borregos ni tenemos pastores. ¡Esto es absolutamente ilegal!

Por vez primera, el Congreso de la Unión únicamente se instaló e incumplió con su obligación de responder el Informe del Ejecutivo, función establecida en la Constitución como contrapeso al otro poder.

Y precisamente la distancia entre el Ejecutivo federal y el Congreso quedó reflejada en los tres minutos que duró la entrega de una caja roja –estilo Cartier– con el Informe y sus anexos. El secretario de Gobernación, Francisco Blake, se presentó al Salón de Protocolo, donde fue atendido por el presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones (PRI), y Francisco Ramírez Acuña.

Más aún, cuando terminó la ceremonia, en un dislate, el panista agradeció al funcionario su visita, cuando se trata de una obligación constitucional del Presidente.

La descomposición de la Cámara se deriva de la falta de un acuerdo entre las tres principales fuerzas políticas para repartirse los órganos de gobierno: la mesa directiva y la Junta de Coordinación Política.

Antes de iniciar la sesión, los siete coordinadores y vicecoordinadores se reunieron en un salón adyacente al pleno, con objeto de encontrar una salida de última hora al diferendo entre PRI, PAN y PRD y salvar, al menos, el proceso legislativo para que cada bancada presentara una posición ante el Informe, como define la Ley Orgánica.

El único consenso fue que las normas de la Cámara se interpretan al interés de cada fuerza política, y sobre todo de la que tiene mayor número de diputados. Alejandro Encinas (PRD) intentó convencer a los otros coordinadores de que es su partido al que le corresponde la titularidad de la mesa directiva, mientras que PT y Convergencia argumentaron que el Congreso debía salvar su imagen con la presentación de las posturas, para no dejar que los mensajes de Calderón llenaran el hueco que dejaría la Cámara, sobre todo ahora cuando su política de comunicación es un desastre.

Así, sin lograr un arreglo en una conversación de apenas diez minutos, los coordinadores decidieron pasar al pleno para una ceremonia que, desde hace cuatro años, perdió solemnidad y boato. Con sólo 333 de los 500 diputados y 99 de los 128 senadores, el encargado de la mesa declaró instalado el Congreso.

Fue el diputado Jaime Cárdenas Gracia (PT) quien, desde la tribuna, abordó la ilegalidad del rito: Estamos actuando equivocadamente, violentando el equilibrio e igualdad entre poderes, el protocolo y el respeto que debe existir entre el Legislativo y el Ejecutivo. Voluntariamente, nos subordinamos al Ejecutivo. Me pregunto por qué esta dilación, que sea hasta el domingo cuando se presenten las posturas de los partidos, cuando legalmente debe ser hoy (ayer). Todo augura que los trabajos en este Congreso no serán venturosos.

Pedro Jiménez León, coordinador de Convergencia, quien el martes firmó el acuerdo para posponer los posicionamientos de los partidos, ayer reculó: Firmé el acuerdo, pero me puedo desdecir. Pero lo que nunca podré hacer es violar la ley, por eso vengo a dar la cara. Los invito a que reflexionen, no podemos permitir que nos censuren y nos silencien.

En un hecho que provocó hilaridad, Pedro Jiménez citó a Vicente Fox: La ley manda que hay que hacerlo hoy, compañeros del PAN, y les recuerdo: ¡hoy, hoy, hoy!

Se decretó un receso para recibir el Informe. Al reanudarse la sesión, Muñoz Ledo cuestionó la resolución que la mayoría de priístas y panistas aprobaron para diferir los posicionamientos hasta una nueva sesión.

Tenemos un Ejecutivo dudoso, por no decir espurio, y ahora tenemos una Cámara descabezada por su propia voluntad o por una voluntad impuesta. Sería el caso de una desaparición de poderes. Estamos ofendiendo a la República y a nosotros mismos, reprochó.

Desde la mesa directiva nadie se dio por aludido. Más molesto aún, ya de salida, Muñoz Ledo punzó: Esta fue una violación tumultuaria a las leyes del Congreso. ¡Son unos violadores de la ley!

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