29 de septiembre de 2010

UdG vs Gobernador: jugar con fuego | David Velasco #MegaMarcha #UdeG






Radio Metrópoli. 29/09/2010.

Este día se anuncia una megamarcha de la Universidad de Guadalajara en el centro de la ciudad en protesta por la retención de recursos aprobados en el presupuesto federal y la parte correspondiente al gobierno del estado. Luego de varias semanas de movilizaciones, resulta difícil para el ciudadano de a pie, entender los motivos de fondo de una movilización de tal magnitud. Muchos reducen el conflicto a la rivalidad política entre personajes, pero corremos el riesgo de perder de vista lo que se pone en juego en este conflicto que, genera muchos y serios interrogantes. Por ejemplo, el diverso tratamiento que dan al conflicto los medios de comunicación. Para unos, es casi inexistente el problema; para otros, en cambio, pareciera que se trata del problema que paraliza la vida social y política del estado de Jalisco. Entre unos y otros extremos, no faltan los medios que intentan aportar elementos para que la opinión pública, en especial, el ciudadano de a pie, se haga un juicio más certero y en especial, informado, de lo que acontece en la máxima casa de estudios de Jalisco.

Un segundo aspecto que me parece relevantes es destacar el hecho de que no tenemos, en Guadalajara y en el resto del estado, una larga tradición de manifestaciones y formas de protesta realmente masivas, por eso se dice en otras latitudes, que cuando en la ZMG se movilizan más de cien personas, estamos hablando de una marcha, y si se movilizan mil, entonces ya es megamarcha. Cuando en otros lugares, como la movilización magisterial y popular en Oaxaca en el 2006, se movilizaban cerca de quinientas mil personas. Por no mencionar las verdaderas y reales megamarchas que ocurren en la ciudad de México, con relativa frecuencia, la más notable ocurrió en octubre pasado luego del decretazo presidencial por el que se liquidó la empresa paraestatal LyFC y se echó a la calle a más de cuarenta mil trabajadores; se trató de una movilización de más de doscientas mil personas, entre electricistas, mineros, maestros, estudiantes y organizaciones solidarias. Aquí en Jalisco todavía muchos tenemos la súper y megamarcha de aquel primer domingo de junio de 1993, en protesta por el asesinato del cardenal Posadas, organizado por la Coordinadora Una Sola Voz que aglutinó prácticamente a todas las opciones ideológicas y políticas desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda. Se calcula en más de 40 mil personas las que participaron, unas en silencio, pero la gran mayoría gritando diversas consignas. Bueno, con recordarle que hasta el entonces gobernador del estado participó!!! El cinismo en política siempre estará presente.

Hay una cuestión de fondo que no se ha aclarado suficientemente y tiene que ver con la retención de los recursos federales asignados y aprobados para la UdG, por parte del gobierno del estado, además de no entregar la parte que le corresponde aportar. ¿A qué juega el gobernador? Resulta tan absurda esta postura que basta pensar en lo que ocurriría si a Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se le ocurriera retener los recursos federales asignados a la UNAM!! Realmente absurdo. Pero más absurdo si nos preguntamos por qué tiene que haber esa triangulación y no que el gobierno federal haga la entrega directa del presupuesto aprobado por la UdG.

Por otra parte, es cierto que hay un problema interno en la UdG debido al control político de una mafia. Suponemos, en el mejor de los casos, que se trata de un asunto que deben resolver estudiantes, académicos y administrativos de esa comunidad universitaria, en pleno ejercicio de su autonomía y como parte sustancial de su vida como universidad en la que confluyen diversidad de corrientes, tanto políticas como de tipo académico.

Lo que no podemos pasar por alto es que, en este conflicto que enfrenta a dos instituciones, los perjudicados sean los estudiantes y los académicos. La protesta justa supone una participación informada, consciente y con todos los datos del conflicto plenamente manejados por estudiantes, profesores y administrativos de la UdG. Una megamarcha corporativa, clientelar y bajo amenazas de represiones académicas, a nadie conviene. La UNAM no requirió de megamarchas para que le aprobaran el presupuesto solicitado.

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