2 de diciembre de 2010

#Tlajomulco #Jalisco Mensaje de Enrique Alfaro en el marco del Primer Informe de Gobierno.

Primer Informe de Actividades. Pruebas de Buen Gobierno.

El día de hoy estamos dando cumplimiento a la obligación constitucional que tenemos los gobiernos de rendir cuentas. En este acto Republicano, presento ante el Pleno del Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga, el informe de actividades del primer año de gobierno y del estado que guarda la administración municipal.


Exponer en unos minutos lo que ha sido este año de trabajo resulta sumamente complicado. La primera sensación al tratar de describir lo que ha representado para mí la honrosa responsabilidad de estar al frente del Gobierno de Tlajomulco, es sin duda la del deber cumplido. Me siento así, porque trabajé al límite de mis capacidades, porque no quebranté mis principios, porque enfrenté con entereza los desafíos que se me presentaron, porque hice mi mejor esfuerzo para no fallarle a la gente. Pero la segunda sensación es la de intranquilidad porque estoy plenamente consciente de que el reto que tenemos enfrente sigue siendo monumental.

No podría explicar lo que logramos si no empiezo por describir el punto del que partimos. Yo sabía desde que fui candidato, que no iba a encontrar el primero de enero un escenario alentador, que Tlajomulco estaba mal, muy mal. Pero la verdad no imagine que la tragedia fuera de tal magnitud. Recibimos al inicio de este año un gobierno en ruinas y un municipio colapsado. Recibimos un gobierno con una estructura administrativa, financiera y normativa destrozada y un municipio desmoralizado, extraviado y confrontado. Recibimos un gobierno que necesitaba ser levantado desde sus cimientos y un municipio al que le urgía recuperar la esperanza.

Por eso, este primer año ha sido sin duda de RECONSTRUCCION, en un sentido amplio del término. De reconstrucción del gobierno en todos sus ámbitos y de reconstrucción del municipio en su tejido social, en su base económica, en su infraestructura básica, en la confianza de su gente, en su estructura urbana, en su perspectiva de futuro.
La experiencia de la campaña electoral, confrontando la cruda realidad de Tlajomulco, nos aportó muchísimos elementos para iniciar la construcción de un proyecto de gobierno orientado por los compromisos que asumí como candidato, por la agenda de prioridades que definimos con la gente y por la convicción de que podíamos cambiar la historia de nuestra tierra

Hacer esto requirió primero de una profunda reflexión y un trabajo profesional de planeación desde el primer día después de la elección. Esa, tal vez, ha sido nuestra principal ventaja respecto a otros gobiernos que hoy no terminan por definir hacia donde caminan: aquí desde el inicio establecimos con claridad los principios, las prioridades, las metas, las necesidades, las estrategias y el rumbo de nuestro gobierno.

Los principios antes que cualquier cosa, porque sin ellos un gobierno no tiene contenido, porque sin ellos la política se pervierte. Había que definir primero que significaba ser un gobierno de izquierda, el primero en la historia de nuestra ciudad. Establecimos que, aunque para algunos la idea de la justicia social sea sólo retórica, para nosotros sería imperativo moral y principio rector ayudar a quienes menos tienen. Todas nuestras acciones tendrían que estar orientadas por la búsqueda permanente por reducir las profundas inequidades sociales que existen en Tlajomulco.
Después de eso, definimos que los principios de libertad, dignidad y autonomía serían pilares del espíritu del gobierno. La honestidad, la transparencia y la rendición de cuentas herramientas importantes para recuperar la confianza de la gente. Que la eficacia, el profesionalismo, la seriedad, la valentía y la responsabilidad serían las rutas para fortalecer la legitimidad de este gobierno y para sacar adelante a Tlajomulco. Que en el contacto permanente con la gente y enfrentándonos cotidianamente con la realidad, encontraríamos la fórmula para no perder los pies del piso.
A partir de esto, se construyó todo lo demás. Sin esto no hubiéramos podido hacer desde aquí un gobierno que, aunque a algunos les pese, está dando muestras de que los ciudadanos no tienen que resignarse a la ineptitud, la corrupción y la indolencia como rasgos fundamentales del servicio público.


El proyecto de gobierno que construimos se diseñó a partir de 5 ejes que a continuación expondré de manera general, mismos que se encuentran desarrollados con más amplitud en el informe de actividades que estamos entregando.

1.- Un nuevo Gobierno para un nuevo municipio. Prueba de buen gobierno.

Para cambiar la historia de Tlajomulco era necesario construir un nuevo gobierno para un nuevo municipio; sabíamos que los retos y las condiciones complejas de Tlajomulco exigían una reconstrucción y una reestructuración, no sólo del estilo y de los principios de gobierno, sino de todo el andamiaje institucional, de las normas y de las bases que hacen funcionar al gobierno.

En primer término, entendimos que para que este gobierno caminara había que poner orden en casa. No podíamos echar a andar la administración municipal en las condiciones en las que se encontraba. La reconstrucción administrativa implicó, por una parte, la transformación de las instalaciones físicas del gobierno, destacando las nuevas instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública, la Sala de Regidores, el DIF Municipal, la Coordinación de Proyectos Estratégicos y la Dirección de Agua Potable.

Buscando tener espacios dignos para el trabajo de gobierno, nos convertimos en el primer municipio de México en arrancar un proyecto de inversión público-privado para construir la unidad administrativa de Tlajomulco y al mismo tiempo arrancar el rescate del centro histórico de la cabecera, para que el año próximo este gobierno por fin tenga instalaciones dignas para hacer su trabajo.

Por otra parte, se necesitaba un mejor equipamiento en todas las áreas de la administración, por lo que, entre otras medidas, arrendamos 300 equipos de cómputo y más de 60 vehículos dando prioridad a las áreas operativas estratégicas. Adicionalmente en Seguridad Pública, logramos pasar de 9 patrullas que recibimos el primero de enero para todo Tlajomulco, a casi 60 al final del año.

Comenzamos un proceso de una reingeniería administrativa y laboral para poner orden en la nómina del Ayuntamiento y resolver problemas tan elementales como inscribir en Pensiones del Estado a todos los trabajadores, dejando de violentar las leyes mexicanas al no otorgar esta prestación.

Parte fundamental de la reconstrucción administrativa consistió en entender que para ser un buen gobierno hay que escuchar y atender a las personas, y por eso adquirimos un software de atención ciudadana, para mejorar nuestra capacidad de respuesta, canalizando y catalogando las quejas y denuncias de manera expedita y dando un seguimiento puntual a las solicitudes.

En el mismo sentido, para que esta reestructuración administrativa tuviera un soporte institucional y jurídico sólido realizamos una profunda reconstrucción normativa, aprobando reglamentos inéditos en Tlajomulco y siendo el primer gobierno municipal de Jalisco en actualizar su Reglamento de Gobierno y Administración, y su Reglamento Interior del Ayuntamiento; aprobamos más de 20 ordenamientos nuevos, destacando el primer Reglamento de la Policía Preventiva en la historia de Tlajomulco y el primer Reglamento del Servicio Profesional de Carrera Policial en todo Jalisco, al tiempo que aprobamos un nuevo Reglamento de Transparencia y Acceso a la Información, así como el primer Reglamento del Servicio de Agua para Tlajomulco.

Estas medidas de reconstrucción normativa no hubieran sido posibles sin el apoyo decidido y comprometido de los regidores de todas las fracciones edilicias, a quienes hago un reconocimiento público por su apoyo y por su convicción de mejorar Tlajomulco.

De manera paralela a estas transformaciones administrativas y normativas, teníamos que resolver el problema más grave que teníamos enfrente: la falta de recursos. Recibimos el primero de enero un presupuesto 23 % menor que el del año anterior, es decir, nuestro gobierno arrancó con una reducción de 265 millones de pesos respecto al 2009. Por eso, era imprescindible realizar una reconstrucción financiera para enfrentar la reducción presupuestal y reorientar el destino de los recursos que estaban asignados principalmente al gasto corriente. Por lo anterior, implementamos una serie de medidas de saneamiento de las finanzas públicas municipales, entre las que destaca nuestro Plan de Austeridad, que nos permitió ahorrar 56 millones de pesos, reduciendo el gasto en cosas innecesarias como los altos salarios de funcionarios de primer nivel, gasolina, viáticos, viajes y vehículos. Para lograrlo se aprobó el primer Manuel de Austeridad en la historia de Tlajomulco, en donde están las bases para implementar esta política.

Además, arrancamos la campaña de cobro coactivo al impuesto predial y al servicio del agua, bajo la premisa de que no queremos incrementar las tarifas ni los impuestos, sino que todos paguemos lo que nos corresponde. Gracias a este esfuerzo hemos recaudado más de 30 millones de pesos extra. También, arrancamos el Programa de Modernización Catastral, en el que estamos invirtiendo 18 millones de pesos para adquirir equipo, remodelar instalaciones y capacitar al personal, impulsados por la idea de que una recaudación eficaz y equitativa nos permitirá consolidar la reestructuración financiera que necesita el municipio. Además, hicimos un gran esfuerzo para gestionar recursos y priorizar el presupuesto, estableciendo una agenda de trabajo con el Gobierno del Estado, la Federación y la iniciativa privada, adquiriendo recursos adicionales para Tlajomulco.

Con el programa integral de reconstrucción financiera logramos salir adelante de la crisis presupuestal a la que nos habían condenado, logrando al final del año ejercer un presupuesto mayor al del año pasado.

Estos tres grandes procesos de reconstrucción tenían que estar acompañados de una estrategia clara para enfrentar dos de los males endémicos de Tlajomulco: la corrupción y la impunidad. Por eso creamos la Unidad de Fiscalización y Transparencia, e instalamos 14 módulos anticorrupción en diferentes oficinas del gobierno para atacar el problema de manera frontal.

Nos convertimos en el municipio de Jalisco que más avanzó en materia de transparencia, pues según la evaluación de CIMTRA, duplicamos nuestra calificación y pasamos del lugar 20 al 7 a nivel nacional, y del 6 al 4 a nivel local.
Porque estamos convencidos de que también se es cómplice de la impunidad por omisión, presentamos 7 denuncias penales contra funcionarios de la administración anterior, a las que les hemos dado un seguimiento minucioso y responsable porque nos negamos a ser cómplices del desfalco a las arcas de nuestro municipio.

Esta visión de gobierno también nos llevó a intervenir en el Aeropuerto Internacional para regularizar su situación tributaria ante el municipio. Sentamos un precedente nacional, logrando que el 97 % de los negocios del Aeropuerto pagara su licencia y propusimos una iniciativa para modificar la Ley de Aeropuertos y evitar que bajo argumentos legaloides, los grupos aeroportuarios sigan violentando la Constitución; esta iniciativa fue aprobada por todas las fracciones parlamentarias en el Congreso de Jalisco y hoy se estudia en el Congreso de la Unión.

Un nuevo gobierno necesitaba construir también una nueva relación con los ciudadanos. En este esfuerzo por gobernar de la mano con la ciudadanía, no sólo hemos asistido constantemente a reuniones y asambleas en distintos rincones del municipio, sino que también nos hemos acercado a escuchar y trabajar con la sociedad civil organizada de la metrópoli y hemos firmado convenios relevantes e inéditos en Tlajomulco, por ejemplo con Canadevi, el TEC de Monterrey, Guadalajara 2020, el Colectivo Ecologista de Jalisco, el ITESO y la CEDHJ, además, fuimos el primer municipio de Jalisco en firmar un convenio para influir en los temas de movilidad y transporte con OCOIT, CEIT y Siteur.

Con estas y muchas otras medidas hemos logrado transitar con pasos firmes hacia la construcción de un gobierno a la altura de un municipio metropolitano. Tlajomulco ya no es un pueblo, y poco a poco estamos delineando una nueva estructura administrativa, normativa y financiera que le proporcione al gobierno capacidad de respuesta para enfrentar los retos que nos plantea esta nueva realidad.

2.- Histórico programa de obra pública. Prueba de modernización.

El principal rezago de Tlajomulco es sin duda de infraestructura y equipamiento urbano. El acelerado crecimiento que aquí se vivió los últimos diez años no vino acompañado del desarrollo de las condiciones necesarias para una mejor calidad de vida. Por ello, asumimos como una prioridad el diseño e implementación de un ambicioso programa de obra pública que cambiara radicalmente la realidad de Tlajomulco y la del sur de la ciudad de Guadalajara.

En materia de infraestructura vial, con recursos propios, del Fondo Metropolitano, del Gobierno del Estado y de la Federación, articulamos un programa de trabajo que hoy tiene avances significativos.

Comenzó la ampliación de 8 de julio, que será una conexión directa entre la zona más poblada de Tlajomulco y el centro de Guadalajara con una inversión programada de cerca de 110 millones. Arrancaron los trabajos de modernización y ampliación de Prolongación Colón con una inversión en sus tres etapas de casi 170 millones de pesos, que permitirán el próximo año tener una ruta alterna fundamental para resolver los problemas viales de López Mateos.

Se intensificaron los trabajos del Circuito Sur, un libramiento de Tala hasta La Calera que reducirá en un 40 % el tráfico pesado de López Mateos y Periférico, y que estará terminado en todo el tramo que corresponde a Tlajomulco en un plazo de tres meses. Está por entregarse la carretera San Miguel-San Juan-Santa Rosa, en la rivera de Cajititlán, así como el Camino a Los Ocotes, dos vialidades regionales fundamentales.

Iniciamos la construcción del Nodo Aeropuerto Sur (VFG) para brindar una solución a los problemas viales de la zona y beneficiar a los habitantes de los fraccionamientos más densamente poblados del corredor Chapala-Guadalajara, con una inversión de 80 millones de pesos de los cuales la mitad serán aportados por la iniciativa privada. Arrancamos los trabajos de modernización de Avenida Concepción, la segunda más transitada del municipio después de Lopez Mateos. Tras 15 años de promesas incumplidas, comenzamos la renovación del Ingreso a El Zapote con una inversión de 10 millones de pesos.

Junto con estas grandes obras viales, terminamos los puentes vehiculares de Valle Dorado, Avenida Concepción y El Zapote, y arrancamos la construcción de otras vialidades secundarias como la calle Arámbula en San Sebastián, la calle 16 de Septiembre en Buenavista, la 24 de febrero en La Alameda, la Emiliano Zapata en el Refugio y la Francisco I. Madero en El Capulín. En total, se están invirtiendo más de 400 millones de pesos en el programa de infraestructura carretera y vial, un proyecto histórico para Tlajomulco que le brindará bienestar a su gente y le aportará soluciones a la ciudad de Guadalajara.

También arrancamos un programa de construcción y recuperación de espacios públicos, porque estoy convencido que un municipio que carece de espacios públicos dignos será incapaz de reconstruir el tejido social, atacar las desigualdades y mejorar la calidad de vida. Inició la construcción del bosque lineal en Adolf Horn, del Malecón de Cajititlán y del Centro Comunitario del Valle, que tendrá instalaciones de primer nivel y un centro de atención infantil de Children International que operará con 1,200 millones de dólares al año para atender 6000 niños. Invertimos cerca de 40 millones de pesos en unidades deportivas, con la construcción de las unidades de Tulipanes, San Lucas Evangelista, Cuexcomatitlán, Lomas de Tejeda, Rancho Alegre y San Miguel Cuyutlán, y la remodelación de las unidades de La Cofradía, San Sebastián y San Agustín. También arrancamos nuestro programa de ciclovías, con la construcción de éstas en Prolongación Colón, Ingreso a El Zapote y Adolf Horn.

En materia de recuperación de espacios públicos hay que resaltar la rehabilitación y limpieza de López Mateos, en donde plantamos 500 árboles y 1,200 bugambilias, y retiramos los pendones y la publicidad ilegal. Rehabilitamos 7 unidades deportivas y en varias de ellas construimos chapoteaderos para los niños; instalamos juegos infantiles en las áreas verdes de 11 localidades, rehabilitamos 11 paraderos de autobús y construimos 17 nuevos.

Cumplimos nuestro compromiso de brindar atención médica las 24 horas en diversas localidades del municipio, invirtiendo más de 7 millones de pesos para remodelar los centros de salud de Santa Cruz de las Flores, San Sebastián, Santa Cruz del Valle, Tulipanes, El Zapote y Cajititlán, así como para terminar la unidad de urgencias de Unión del Cuatro.
En materia de infraestructura educativa invertimos más de 12 millones de pesos para realizar obras en más de 50 escuelas de Tlajomulco, porque sólo en espacios dignos se puede construir un mejor futuro. Del mismo modo, se logró gestionar una inversión de casi 140 millones de pesos por parte de la Secretaría de Educación Jalisco para la construcción de 13 nuevos espacios educativos.

Nuestro programa de obra pública también enfrentó el problema histórico de las inundaciones, que durante años afectó la integridad y patrimonio de la gente de Tlajomulco. Invertimos cerca de 150 millones de pesos en obras que no se ven, que no son de relumbrón, pero que son fundamentales para evitar inundaciones: hicimos trabajos de desazolve, limpieza de canales, y construcción de bordos de protección. Este año Tlajomulco no se inundo y eso me da mucho orgullo decirlo.

Como parte de estos trabajos y de nuestra infraestructura para el manejo integral del agua se están construyendo, con el apoyo de la COMISIÓN Estatl del Agua, colectores en La Alameda, Cajititlán, San Lucas y Cuexcomatitlán, además del colector Tlajomulco y la Red de Colectores de El Ahogado, así como las plantas de tratamiento de Cajititlán y San Juan Evangelista. Además invertimos casi 20 millones de pesos en la construcción de redes de agua potable y alcantarillado, así como casi 6 millones de pesos en la rehabilitación y perforación de pozos de agua, atendiendo otro problema histórico y muy sensible para el municipio.

El desarrollo de infraestructura es una de nuestras prioridades y durante 2010 demostramos que con responsabilidad, compromiso y visión metropolitana se le pueden aportar soluciones a la ciudad de Guadalajara y bienestar a la gente de Tlajomulco.

3.- Un gobierno que piensa en la gente. Prueba de compromiso social.

Uno de nuestros principales objetivos consistió en darle prioridad a la política social, porque dignificar a las personas y ayudar a los que más lo necesitan es un ejercicio de congruencia y responsabilidad, es una convicción que asumimos y en la que pusimos un gran esfuerzo durante 2010. Prueba de ello es que se ejerció 450 % más recursos en materia de desarrollo social en comparación con 2009, pasando de 21 millones de pesos a casi 100 millones, inversión que fue posible, en gran parte gracias a nuestro plan de austeridad.

Arrancamos con programas sociales históricos en Jalisco; fuimos el primer municipio en implementar un Programa de Apoyo a Jefas de Familia, destinando más de 3 millones de pesos para beneficiar de manera directa a madres solteras en condiciones de vulnerabilidad. Arrancamos un Programa de Apoyo a Adultos Mayores, con una inversión de 5 millones de pesos, para complementar otros programas estatales y federales, reduciendo el número de adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad que no reciben apoyo. Arrancamos junto con el DIF Municipal, el Programa de Apoyo a la Economía Familiar, que a través de despensas y descuentos beneficia a 1,260 familias de todo el municipio; con el mismo espíritu, impulsamos el programa Becando Sonrisas de apoyo para guarderías con el que estamos beneficiando a 160 familias con padres y madres trabajadores. Asimismo, en conjunto con Sedesol, logramos incluir en el Programa Piso Firme a 1,180 familias de distintas localidades de Tlajomulco para que sus viviendas cuenten con piso de concreto.

Me siento también orgulloso de decir que Tlajomulco fue el primer y único municipio de Jalisco que entregó de manera gratuita uniformes y útiles escolares a todos los alumnos de preescolar y primaria. Este esfuerzo implicó acudir a 268 escuelas para entregar más de 80,000 paquetes a nuestros niños; invertimos más de 15 millones de pesos porque estamos comprometidos con la gratuidad de la educación pública, consagrada en la Constitución, y porque apoyar a los estudiantes de Tlajomulco y a sus padres siempre será una prioridad de este gobierno. Aprovecho para mencionar que hoy, 2 de diciembre, estamos conmemorando el aniversario de la Ley Orgánica de Instrucción Pública, promulgada en 1867 por Benito Juárez y en done se establecen los principios obligatoriedad, laicidad y gratuidad de la educación pública.

El esfuerzo para que este programa llegara a buen puerto fue titánico, pues entre otras cosas, tuvimos que levantar las tallas de todos los alumnos de Tlajomulco, mandar a hacer uniformes específicos para cada escuela, integrar paquetes de útiles apegados a las norma de la SEP, lanzar dos licitaciones públicas y que funcionarios de todos los niveles del gobierno acudieran personalmente a entregar los paquetes.

Todos estos programas sociales fueron compromisos de campaña que firmamos ante notario, y que se han convertido en una realidad porque en este gobierno, insisto, estamos comprometidos con los que más lo necesitan.

No quiero dejar de mencionar el trabajo que ha venido realizando el DIF Tlajomulco; en unos días esta organización presentará su informe de actividades, pero tenemos que reconocer la transformación integral que han realizado, en primer lugar de sus instalaciones, que eran inadecuadas, insalubres e inoperantes, el DIF dejó de ser una oficina olvidada para transformarse en una red de asistencia social; también dejó de ser una instancia corrupta, discrecional e ineficiente, para convertirse en un organismo que genera recursos para invertirlos en los que más lo necesitan en coordinación con el DIF Jalisco a través de programas como el de Atención Integral al Adulto Mayor, el Programa de Ayuda Alimentaria Directa, el Programa de Desayunos Escolares, el Programa de Apoyo a Menores en Situación de Calle, entre muchos otros.

Nuestro compromiso social también ha implicado llevar alternativas culturales, de recreación y esparcimiento para la gente de Tlajomulco porque creemos que la recuperación de espacios públicos debe acompañarse de la responsabilidad del Gobierno para generar contenidos y darle vida a esos espacios, y de la responsabilidad de los habitantes para apropiarse de los mismos. Por eso revitalizamos la VíaLibre y la extendimos a Santa Fe, Chulavista y Eucaliptos; reinauguramos el Museo Arqueológico de San Agustín con más de 100 piezas de la región; pusimos en funcionamiento Museos Comunitarios y realizamos la muestra de artesanías Expo Tlalliart. Configuramos talleres artísticos en distintas localidades y fraccionamientos para llevar actividades recreativas y culturales a los jóvenes y niños. Impulsamos el Festival de la Ruta Franciscana, la Prosa Nostra, el Festival de la Lengua Materna Indígena, el V Festival Virreinal y el Festival del Mariachi. Por otro lado, fortalecimos la Banda Municipal y la Orquesta de Cuerdas Infantil y Juvenil.

No quiero dejar de resaltar que desarrollamos un festival exclusivamente para niños y niñas, el Festival Marometa,Tlajomulco tierra de niños, que durante todo el mes de abril llevó actividades recreativas a 16 localidades y fraccionamientos, recibiendo a más de 30,000 niños. También realizamos los cursos de verano Haciendo Malabares, llevando de forma gratuita talleres y actividades culturales y deportivas a distintas localidades de Tlajomulco. En las últimas semanas, y bajo este mismo enfoque realizamos el festival Más Cultura Menos Violencia, dedicado a los jóvenes de Tlajomulco.

Estoy convencido que el problema de la inseguridad y la violencia trasciende a los policías y ladrones, sabemos que son las condiciones de vida, el entorno y las carencias, las que inciden de manera directa en la descomposición social. Por eso arrancamos el programa piloto de seguridad ciudadana en Chulavista, el fraccionamiento que presentaba los mayores niveles de delincuencia en Tlajomulco. Esto implicó incidir en las condiciones sociales y en la prestación de servicios, rehabilitando todas las luminarias, haciendo un programa de bacheo intensivo, recuperando espacios públicos, llevando el servicio de recolección de basura a todas las etapas, instalando juegos infantiles, trabajando en los servicios de agua, atención médica y atención ciudadana. Modificar las condiciones de vida y el entorno es el primer paso para intervenir en los patrones delictivos y en la descomposición social. Sabemos que falta mucho por hacer y que la inseguridad es un fenómeno que nos ha superado, pero desde nuestra esfera y con nuestros recursos, estamos incidiendo de manera directa en la difícil realidad de este fraccionamiento.

El trabajo para mejorar las condiciones de vida y el entorno de las localidades requiere de la corresponsabilidad, y por ello impulsamos la instalación de 39 nuevas asociaciones vecinales y 43 comités comunitarios, inéditos en Tlajomulco y aprobamos el Reglamento de Participación Ciudadana para consolidar instrumentos y mecanismos de comunicación y coordinación entre los ciudadanos y el gobierno.

La política social es y será uno de los motores de este gobierno, porque creemos que la mejor manera de invertir el dinero es en el bienestar de la gente. Los que han arruinado nuestro país suelen llamar populismo a la política social, yo pienso que es congruencia, responsabilidad y compromiso.

4.- Poniendo orden en Tlajomulco. Prueba de responsabilidad.

El desorden urbano es uno de los grandes problemas de Tlajomulco y es una de las manifestaciones más claras de la incapacidad, la irresponsabilidad y la corrupción que han caracterizado a los gobiernos municipales en la última década. El acelerado proceso de crecimiento y expansión de la ciudad sobre nuestro territorio, sin ningún tipo de restricción establecida a partir de un proceso de planeación y ordenamiento territorial racional y apegado a derecho, trajo consigo la formación de centros de población marginados, con deficiente calidad de vida, alejados de condiciones para el desarrollo y cercados por la falta de oportunidades, servicios públicos e infraestructura.

Por ello, este tema se convirtió en una prioridad del gobierno y en un reto que exigía de gran capacidad técnica y de un firme compromiso con la legalidad y la transparencia. Así comenzamos a sentar las bases para construir una nueva historia en materia de planeación y ordenamiento urbano. Entendimos que el modelo de desarrollo urbano que prevaleció en Tlajomulco tocó fondo y que si bien el municipio seguiría creciendo, este crecimiento tendría que darse a partir de nuevas reglas del juego. Establecerlas era el desafío.

Por una parte, intensificamos el trabajo de regularización de fraccionamientos porque primero había que poner orden en lo que ya existía, es decir, 59 fraccionamientos no recibidos que estaban total o parcialmente habitados y en donde viven cerca de 250 mil personas. Por otra parte, planteamos los pilares del desarrollo futuro al aprobar nuestros instrumentos de ordenamiento territorial básicos.

Para atender el tema de regularización de fraccionamientos instalamos mesas de trabajo con las desarrolladoras inmobiliarias, en coordinación con la Canadevi, logrando recibir 13 fraccionamientos bajo un esquema de transparencia y corresponsabilidad. A casi un año de haber iniciado este trabajo de regularización llevamos un avance del 35 % en la solución de la problemática, mientras que en el 65 % restante hemos avanzado de manera importante. Prueba de ello es que además de las 13 recepciones que hemos concretado, se realizaron también 53 inspecciones en otros desarrollos inmobiliarios, cuando en todo el trienio pasado se recibieron 11 fraccionamientos y se realizaron únicamente 30 inspecciones durante los tres años. También hemos clausurado tres desarrollos por presentar irregularidades. Asimismo creamos la Oficina de Asesoría Ciudadana para la Vivienda como espacio encargado de atender y asesorar a la gente que padece los problemas de desarrollos irregulares, viviendas mal hechas o dificultades con sus programas de financiamiento, misma que ha atendido a la fecha 208 casos e iniciamos el programa con el INFONAVIT de recuperación de casas abandonadas.

Pero al mismo tiempo que avanzábamos en la regularización, había que intensificar los trabajos de planeación urbana, con un sólido soporte técnico, respaldo jurídico y participación ciudadana, para no repetir los errores del pasado. Por ello, decidimos que por primera vez en su historia Tlajomulco contara con un Programa Municipal de Desarrollo Urbano y con un Programa de Ordenamiento Ecológico Local, convirtiéndose además en el único municipio de Jalisco que cuenta con ambos documentos actualizados.

Con el PMDU evitaremos la modificación de usos de suelo a petición de parte y hemos planteado los objetivos del desarrollo para Tlajomulco, así como los lineamientos estratégicos para cumplirlos, entre los que se encuentran la consolidación de corredores urbanos, la preservación ecológica, el impulso de proyectos estratégicos de infraestructura y desarrollo, y la implementación de un sistema urbano articulado y sustentable. Con el POEL aseguramos el desarrollo sustentable del municipio al planear y norma la ocupación del territorio con una visión ambiental y de largo plazo.
No podría dejar de mencionar que un aspecto central del nuevo modelo urbano que estamos impulsando tiene que ver con la movilidad y en específico con el transporte público. Por ello hemos impulsado con el Gobierno del Estado, Zapopan y Tlaquepaque, el Sistema Integral de Transporte Intermodal, con el que comenzamos a sentar las bases para el desarrollo de tres proyectos de movilidad con visión de futuro: el tranvía en el corredor de Tesistán, la Línea 3 de Tren Eléctrico de Guadalajara a Tlajomulco y la fase 2 del BRT de Guadalajara hacia el Aeropuerto y El Salto.

Todo este trabajo, nos permite decir que hoy nuestro municipio ve hacia el futuro con un alto sentido de responsabilidad. Nos permite garantizar que el crecimiento urbano en los próximos años será ordenado y generará condiciones de vida adecuadas para quienes aquí vivan. Nos permite integrarnos de manera articulada al proceso de desarrollo de la metrópoli jugando un rol preponderante en la construcción de ciudad y ciudadanía. Nos permite avanzar en el cumplimiento de uno de nuestros principales compromisos: imprimirle orden y racionalidad al crecimiento de Tlajomulco.

5.- Un Gobierno trabajando. Prueba de un gobierno moderno y eficiente.

Un buen gobierno es el que no descuida la prestación de los servicios básicos, el que está atento a las necesidades y exigencias de la población y al mismo tiempo genera las condiciones para una mejor calidad de vida. Por ello en 2010 nos enfocamos en mejorar los servicios públicos, desde llevar el servicio de recolección de basura a todos los rincones de Tlajomulco e invertir 8 millones de pesos en proyectos de electrificación y alumbrado, además de mejorar las instalaciones de los cementerios y el rastro, pasando por la reestructuración integral y la mejora de los servicios médicos municipales, atendiendo a todas las personas que acuden a ellos.

Quiero destacar los programas de promoción económica, con los que hemos llevado oportunidades de negocio y empleo a miles de personas. Con nuestras dos Ferias del Empleo logramos posicionar a más de 1,600 personas en un puesto de trabajo; con el programa Empleo Cerca de Ti nos acercamos a la zona Valle y apoyamos a más de 1,500 personas que lograron obtener un empleo. Brindamos cursos de capacitación a microempresarios y otorgamos becas para el autoempleo. También apoyamos al sector pesquero sembrando más de un millón de peces en Cajititlán. Resulta importante resaltar que instalamos el Consejo Empresarial de Tlajomulco en el que agrupamos a los empresarios de nuestro municipio para trabajar de la mano con el Gobierno en proyectos de inversión y generación de empleos.
En materia de seguridad pública no puedo más que reconocer los retos a los que nos enfrentamos, las dificultades y la dinámica social que rebasan nuestra capacidad de respuesta y la realidad de país. Sin embargo, debo resaltar los pasos modestos pero significativos que hemos dado durante 2010. Construimos nuevas instalaciones para la Dirección de Seguridad Pública, que trabajaba en un inmueble inapropiado y en condiciones de hacinamiento, y trasladamos la cárcel municipal, que se encontraban arriba de la Presidencia y había sido objeto de observaciones por parte de la CEDHJ. Hoy tenemos instalaciones dignas para los reos y para nuestro cuerpo policiaco.

Resulta relevante señalar que en enero de 2010 había únicamente 9 patrullas en funcionamiento para todo Tlajomulco y que ahora tenemos patrullando casi 60 patrullas, 28 motocicletas y 37 bicicletas, además de que hemos adquirido equipo estratégico y necesario para la dependencia: un equipo de reconocimiento de placas, la migración del sistema analógico de telecomunicaciones al sistema digital encriptado, la adquisición de lectores biométricos, cámaras de despliegue y equipo informático. Por otra parte hemos realizado un esfuerzo para rehabilitar y poner en funcionamiento módulos de seguridad, alcanzando 10 a lo largo de todo el municipio ubicados en las zonas de más altos índices delictivos. Falta mucho por hacer en esta materia, pero los avances modestos, ya resultan significativos y más si tomamos en cuenta las condiciones precarias en las que se encontraba la corporación y las dificultades estructurales ubicadas en el municipio.

Así estamos cerrando el año. Corroborando con el censo del INEGI que vivimos en el municipio de Jalisco que más ha crecido en los últimos 10 años, pero paradójicamente, en el municipio más pobre en términos de distribución del presupuesto per cápita. Hoy sabemos que aquí viven cerca de 420 mil personas, el doble de la población que teníamos hace cinco años, y que nuestro presupuesto no sólo no ha aumentado sino que el año próximo se verá reducido en 4%.
Esa es la realidad a partir de la cual se tendría que medir el trabajo que hemos realizado. Realidad cruda que para muchos podría ser pretexto para no hacer nada y doblegarse ante la adversidad. Pero aquí no hay excusas para cumplirle a la gente. El tamaño de nuestros problemas no ha sido ni será argumento para justificar nuestros errores u omisiones como gobierno sino que, al contrario, representa la motivación para enfrentar con valor y determinación nuestra responsabilidad.

Por eso, no puedo dejar de reconocer que lo que se ha logrado es producto del trabajo de un gran equipo de gobierno del que me siento muy orgulloso de ser parte. A todos y cada uno de los servidores públicos de este gobierno mi reconocimiento y aprecio por el esfuerzo que han hecho. Es un gran honor trabajar y servir con ustedes.
Pero para seguir avanzando hay que asumir con toda humildad, seriedad y objetividad que este gobierno y yo, en lo personal, cometimos errores y tuvimos fallas. Esa es la condición humana. Pero de frente al pueblo de Tlajomulco hago el compromiso de esforzarme para que el aprendizaje de este año represente la posibilidad de ser mejores cada día.
No puedo finalizar sin reconocer que en todo este trabajo, el apoyo del Gobierno del Estado de Jalisco ha sido fundamental. Sin la solidaridad y el compromiso de usted señor Gobernador no hubiéramos podido avanzar en muchos de los proyectos estratégicos que hoy significan soluciones tangibles a los graves problemas que enfrentan Tlajomulco y el sur de la ciudad. Nuestro agradecimiento y reconocimiento por haber entendido que a este municipio con tantos rezagos y tantos problemas, le urgía su apoyo.

A mis invitados de honor, los niños del municipio, sólo puedo decirles que su presencia fortalece mis convicciones y me compromete más. No nos equivocamos al decir que Tlajomulco es tierra de niños, y por eso es tierra libre y con un gran futuro. No voy a fallarles y sé que ustedes no van a fallarle a Tlajomulco.

Sin duda pues, estamos terminando un año que nos deja grandes enseñanzas, profundas satisfacciones y grandes retos por enfrentar. Tengo claro que el proceso de reconstrucción de nuestro municipio está todavía inconcluso. Sé que muchos de los proyectos que hemos arrancado deberán consolidarse y concluirse en los próximos meses. Soy consciente que el triunfalismo no tiene lugar en este gobierno y que los retos que enfrentamos siguen siendo enormes.

Pero al final, estoy convencido de que vamos por el camino correcto, que estamos haciendo un buen gobierno. Por eso, el siguiente año será el de la CONSOLIDACIÓN de un proyecto que como lo he dicho hasta el cansancio tiene como propósito hacer una nueva historia para Tlajomulco.

 

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