15 de septiembre de 2009

calderón y la voracidad por Enrique Ibarra Pedroza.

A Pepe Zamarripa. En su memoria.

El contenido del llamado Paquete Fiscal, que el pasado martes envió a la Cámara de Diputados Felipe Calderón, con los criterios impositivos y de gasto, del gobierno federal para el año del 2010, evidencian una vez más su insensibilidad social, y su tozudez en querer seguir aplicando las misma medidas económicas neoliberales, en perjuicio de los sectores más empobrecidos de los mexicanos.

El aluvión de impuestos que pretende aplicar Calderón al pueblo de México es verdaderamente criminal. Igual que las alzas mensuales que quiere aplicar a los precios del Gas LP, la gasolina y la luz, sobresale en su propuesta, aplicar un nuevo gravamen del 2 por ciento a todos los bienes y servicios, entre los que estarían las medicinas y los alimentos. Eso se sumaría a la tasa ya existente del 15 por ciento que actualmente se paga por el IVA.

Además propone gravar con un 4 por ciento el uso de servicios como: el Internet, la televisión de paga, telefonía fija y celular. Por si fuera poco quiere que el Congreso de la Unión le autorice pasar del 28 al 30 por ciento el Impuesto Sobre la Renta (ISR). Propone gravar con un punto más los depósitos en efectivo en los bancos a partir de los 15 mil pesos. A contrapelo, Calderón es omiso en suprimir privilegios y paraísos fiscales, que desde hace muchos años favorecen a las grandes empresas y a los grupos oligárquicos de este país. De manera que CEMEX, BIMBO, Wal-Mart y Coca Cola, entre otras, seguirían casi exentas del pago de impuestos.

El pretexto de Calderón para abrumar más a los mexicanos es inadmisible; el nuevo 2 por ciento que propone de impuestos en bienes y servicios, lo hace bajo el argumento de que sería para combatir la pobreza, cuando todo mundo sabe que los más afectados con ese gravamen serían precisamente los más pobres.

Las propuestas calderonistas son además de absurdas verdaderamente ofensivas e insultantes. Y muestran una política hacendaria errática y sin rumbo alguno. A contra pelo de México, otras economías como: la estadounidense, la brasileña, y la chilena están encarando con éxito este año la crisis económica con disminución de impuestos y con agresivos incrementos en el gasto de inversión e infraestructura de sus gobiernos. Toca ahora al Congreso mexicano, impedir la atrocidad impositiva que pretende Calderón, que de consumarse ahondaría más las desigualdades sociales y la pobreza en nuestro país.
Enrique Ibarra Pedroza. Diputado PT