23 de noviembre de 2009

Impuesto ‘cuelga’ a telecomunicaciones

El nuevo impuesto de 3% a las telecomunicaciones impactará en al menos dos puntos porcentuales al crecimiento del Producto Interno Bruto del sector, ya que se traducirá en un aumento de precios a los suscriptores de televisión de paga, telefonía celular y fija, e incluso podría impactar en Internet, pese a estar exento, coincidieron especialistas.

La demanda de telecomunicaciones propició un crecimiento de alrededor de 13% en este año y para 2010 se esperaba un mejor desempeño de hasta 18%, pero el Impuesto especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) de 3% modifica las expectativas.

"Hemos hecho estimaciones que, dependiendo del servicio, será de una baja de 5 a 6% en el corto plazo y eso no será positivo, lo que provocaría una baja del PIB del sector de 2 a 3 puntos porcentuales", dijo en entrevista Santiago Gutiérrez, vicepresidente de la Cámara nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti).

México es uno de los países con menores índices de penetración de telefonía celular (75%), de banda ancha (8.5%) y de telefonía fija (20%) en comparación a naciones de América Latina y el menor entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo a la Canieti los sectores de la población de bajos ingresos son los que sufrirán más la carga impositiva, e incluso los que utilizan el teléfono celular como instrumento de trabajo, ya que casi el 90% de los suscriptores son de prepago, servicio en el que la tarifa por minuto es más cara que la de pospago.

"El impuesto no ayudará al desarrollo de los servicios de telecomunicaciones, es una visión del Gobierno de corto plazo que afecta a las personas de ingreso medio y bajo", dijo Erasmo Rojas de 3G Américas.
El especialista destacó que los operadores serán afectados con menos ingresos por usuario y por tanto se afectarán sus planes de inversión, sobre todo para firmas como Iusacell cuyas operaciones dependen única y exclusivamente del mercado nacional, a diferencia de Telcel (América Móvil) y MoviStar de Telefónica, que tienen mayor flexibilidad.
A final de cuentas prevé que el consumo disminuirá, reducirá los ingresos de los operadores y disminuirá los impuestos que recaude el Gobierno.
De hecho los servicios de Internet tendrían indirectamente un impacto, ya que para ofrecer el acceso se requiere la red móvil que está grabada.

Red 3G
El nuevo gravamen vigente a partir del uno de enero próximo pone el pie a la carrera de servicios de tercera generación (3G) en la que México es de los más rezagados.

Mientras Brasil tiene a caso el 70% de los 12 millones de suscriptores de la red telefonía celular de tercera generación, México a penas cuenta con unos 800,000 suscriptores (el 7% del total de suscriptores de telefonía móvil), los cuales verán un aumento en el precio de los servicios lo que se suma al retraso o lento avance en la licitación de nuevas frecuencias que permitan a Telefónica competir con Telcel y a otros operadores iniciar el servicio.

Tendencia
Pese a la piedra en el zapato que representa el nuevo gravamen aunque limitadas, hay oportunidades para que el sector continúe su crecimiento por las necesidades de infraestructura, la baja penetración y las próximas subastas de espectro radioeléctrico y fibra oscura de la Comisión Federal de Electiricidada (CFE).
 
"El negocio es muy atractivo, por lo que se espera una buena participación, un buen número de empresas decidirá entrar", dijo Gutiérrez al confiar que el precio de la concesión de frecuencias y de la fibra oscura sea adecuado para permitir inversiones y competencia en beneficio del suscriptor.
Incluso 3G Américas espera que la penetración de telefonía móvil alcance el 80% y la banda ancha el 10% al cierre de 2010, mientras que los ingresos por servicios de valor agregado continúen en alrededor de 20%.

Lo que es un hecho es que mientras en México se busca consolidar los servicios 3G, otros países de la región como Argentina, Brasil y Chile, han anunciado iniciar pruebas para los servicios de cuarta generación, los cuales dan acceso a velocidades de 10 Megabits, contra los 2 Megabits que actualmente ofrece 3G.
"Los operadores en gran parte de la región no pelearán por nuevos suscriptores, sino por aumentar el ingreso a través de servicios de valor agregado ya que en países como Argentina la penetración de móviles supera el 100%", dijo Rojas.