15 de marzo de 2010

Una ruptura necesaria

La decisión de Enrique Alfaro de enfrentar a Raúl Padilla concitó el aplauso de tres líderes históricos de la Federación de Estudiantes de Guadalajara. Uno de ellos incluso responsabiliza a Carlos Salinas de Gortari, así como a los gobiernos priistas y panistas, de haberle dado carta blanca. Otro advierte que este conflicto evidencia el desgaste político del grupo liderado por Padilla, y enfatiza que deben alzarse voces críticas para luchar por la democratización que tanto necesitan la UdeG y el PRD.

Entre los colaboradores del presidente municipal de Tlajomulco, Enrique Alfaro Ramírez, destaca un grupo de jóvenes políticos conocido como los Golden Boys, quienes justifican las razones del alcalde para enfrentarse con el exrector Raúl Padilla López, pues, aseguran, pretendía apoderarse de 60% de las plazas del ayuntamiento.

Uno de ellos, el síndico municipal Alberto Uribe Camacho, comenta que ya era necesario poner distancia entre el ayuntamiento y Padilla: “Yo trabajé con el Grupo UdeG, pero en política tienes que definirte y decidir con base en tu ética y tus principios. Yo opté por apoyar a Enrique Alfaro”.

Hasta diciembre último, Uribe, egresado de la Facultad de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se desempeñó como jefe de asesores del secretario general de esa casa de estudios, Alfredo Peña Ramos, uno de los principales operadores de Padilla.

Otro de los Golden Boys es Clemente Castañeda Hoeflich, responsable del área de Políticas Publicas, quien segura que el choque de trenes era inevitable. Mientras que el municipio planteó argumentos sólidos para justificar sus diferencias con el Grupo Universidad, Padilla se dedicó a proferir insultos: “Tengo como costumbre no responderle a los perros cuando me ladran. Menos cuando tienen rabia. Prefiero platicar con el dueño del perro” (Proceso Jalisco 277).

Militantes del PRD que pidieron el anonimato aseguran que Tlajomulco está gobernado por niños bien, resultado de una extraña mezcla entre nerds, golden boys y políticos de nueva generación que llegaron al gobierno de un municipio plagado de carencias. Este hecho, afirman, puede ocasionar que no se cumplan las expectativas generadas por el nuevo alcalde y sus colaboradores.

Pese a todo, los opositores de Alfaro reconocen que es un político con tamaños para estructurar un proyecto y lanzarse como candidato al gobierno del estado.

El equipo del alcalde está formado por políticos y administradores cuya edad promedio es de 35 años, egresados de la UdeG, el Tec de Monterrey y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

Además de Uribe y Castañeda, en el grupo del presidente municipal se encuentran Ismael del Toro, El Pope, en la Secretaría General del ayuntamiento –hasta hace dos semanas era secretario general del PRD, pero fue destituido por apoyar a Alfaro–; Juan Carlos Cornell, con estudios de doctorado y responsable de Vinculación, y Hugo Luna Velázquez, titular de Proyectos Estratégicos, egresado del Tec de Monterrey y con maestría en negocios por la Universidad de Edimburgo.