25 de septiembre de 2010

PRD pide a Blake sancionar a Iglesia

La diputada Enoé Uranga (PRD) reprobó el desempeño de la Secretaría de Gobernación ante el enfrentamiento que han protagonizado jerarcas religiosos con sectores de la sociedad y que incluso han calificado el concepto de Estado laico, como "una vacilada".

En su comparecencia en la Cámara de Diputados, el secretario de Gobernación dijo que se lleva a cabo un procedimiento administrativo de las situaciones que han sido denunciadas como agresiones al Estado laico, pero "no puedo sancionar (eventuales infractores de la Ley de Cultos) sin agotar los procedimientos administrativos y el derecho de audiencia de las partes".

La legisladora perredista replicó al responsable de la Política Interior, en el sentido de que fue errática la respuesta sobre la vigencia del Estado laico que ella planteó como vulnerada por el alto clero.

"En cinco minutos no respondió los reclamos sobre laicidadad", reprobó Enoé Uranga, y observó que desde la Segob, "están desoyendo al poder Legislativo".


Y el titular de la Segob los sacó de sus cabales

El hombre leía —o eso parecía—, cada vez que hablaba y cuando escuchaba —o eso se suponía—, daba un aire como ausente. Con expresiones de cartabón, impersonales, del molde de los enunciados del Plan Nacional de Desarrollo, sacó de sus cabales a los diputados de oposición en las seis horas de comparecencia en San Lázaro.

Se trata del secretario de Gobernación, Francisco Blake, el cuarto responsable de la política interior del sexenio, durante la glosa del IV Informe Presidencial. No lo conocían, pero alguno le daban ganas de cortarlo.

—¿Quién será el próximo secretario de Gobernación que venga el próximo año?, —preguntó Juan Enrique Ibarra (PT) irritado por las no respuestas de Blake, rebosantes de “disposición al diálogo”.

—¡Retórica!

—Conteste las preguntas. Protestó decir la verdad, —gritaron.

Esa contienda la moderó el titular de la Comisión de Gobernación, Javier Corral (PAN).

—No se si puede leer y oírme al mismo tiempo—, decía Claudia Ruiz Massieu (PRI), en espera de que Blake atendiera y entonces pedirle información y posiciones del gobierno federal.

Enoé Uranga (PRD), en tono severo, exigió que comprometiera que la Segob aplicará la Ley de Cultos al alto clero católico que se ha enrachado en descalificar a ministros, gays, autoridades y movimientos sociales, ante “el silencio cómplice” de Bucareli.

Blake, inexpresivo —eso parecía—, con los labios ligeramente abiertos, como un dejo de reto, miraba a diputados quejosos de la oposición y a panistas defensores de la política de gobierno.

Era evidente el fracaso del formato de comparecencia “productiva” entre legisladores y funcionario. A Blake le seguirán 13 de colegas del gabinete.

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