12 de septiembre de 2010

Televisa Vs. Reforma: Beneplácito Presidencial

“Quien se va de Monterrey es un cobarde”, escribió el 29 de agosto en su cuenta de twitter, el presidente y director de Cementos Mexicanos, Lorenzo Zambrano. El magnate regiomontano convocaba a “luchar por lo que creemos. Tenemos que retomar nuestra gran ciudad”.

En menos de dos días, la cuenta de Zambrano en esa red social sumó 13,315 seguidores y desató, quizá sin proponérselo, una campaña en los espacios informativos de Televisa en contra del empresario Alejandro Junco de la Vega, director del Grupo Reforma, y en contra de los periódicos de este mismo corporativo.

La campaña de Televisa inició sutilmente el 30 de agosto, el mismo día que se anunció la detención de Edgar Valdés Villarreal, alias La Barbie, y en vísperas del cuarto informe de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

A los 20 minutos de iniciado El Noticiero, se mencionó el mensaje de Zambrano. El conductor Joaquín López Dóriga contextualizó así:

“Y no es que sean muchos los hombres de negocios que se han ido de Monterrey, pero sí son conocidos. Es el caso del dueño de los periódicos El Norte y Reforma, Alejandro Junco, que es de los que abandonaron Monterrey para irse a refugiar a Texas, donde vive en su residencia de Austin.

“En julio de 2008, cuando se fue, Junco envió una carta al gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás”.

La imagen de fondo, mientras se reproducían párrafos de la misiva, era una foto de Junco de la Vega.

La información no era novedosa. Desde septiembre de 2008, Junco de la Vega y su familia abandonaron la capital de Nuevo León. El mismo empresario envió una carta al entonces gobernador priista Natividad González Parás en la que apuntó:

“Sé que te enteraste de que mi familia y yo nos hemos cambiado de residencia a Texas. Estaba en un dilema. Comprometer nuestra integridad editorial o cambiar a la familia a un lugar seguro. Los problemas de inseguridad a eso nos orillaron. Perdimos fe. Y eso cuenta mucho en un país donde millones la han perdido y han emigrado”.

Junco declaró a la agencia AP, en marzo de 2010, que su mudanza a Texas fue producto de las amenazas que recibió de “terroristas”, integrantes de las organizaciones de narcotraficantes, contra él y su familia.

“Alguna vez mi esposa me preguntó: ‘¿Quieres ser el periodista más importante del panteón?’, rememoró Junco en esa entrevista.

Lo singular fue que Televisa ejemplificara las palabras de Zambrano, uno de los hombres más acaudalados del país, con el caso de Alejandro Junco.

El mismo 30 de agosto, Zambrano le aclaró a los twitteros que su mensaje no estaba dirigido a “la gran mayoría de los regios que son gente de bien, entrona, que día a día trabaja con honestidad, sin seguridad especial”. Su mensaje fue “a esta pequeña minoría”.

“¡Qué vergüenza que quienes más han recibido de Monterrey son los primeros en huir!”, remató en otro mensaje.

Entre el 31 de agosto y el lunes 6 de septiembre, la campaña de Televisa tomó otro vuelo. Con la anuencia de Los Pinos, el equipo editorial de la televisora que ha resultado más beneficiada con las das últimas licitaciones de telecomunicaciones del gobierno de Felipe Calderón (la red de fibra óptica de la CFE y la telefonía celular para cuádruple play) iniciaron un ataque de cuatro días continuos contra los periódicos Reforma y Metro.

Paradójicamente, en la misma página editorial de Reforma, el 14 de julio de este año, Claudio X. González, integrante del Consejo de Administración de Televisa, lanzó una dura crítica al gobierno federal panista:

“Ha terminado la etapa de Felipe Calderón como presidente de México y ha comenzado la segunda etapa de Felipe Calderón como presidente del PAN. Qué lástima”, afirmaba en su primer párrafo el empresario, amigo personal de Emilio Azcárraga Jean.

El vocero de Felipe Calderón, Maximiliano Cortázar, respondió días después a las críticas del representante de Televisa.

La relación entre Televisa y Calderón cambió desde la tercera semana de julio, cuando la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) falló a favor de la sociedad Televisa-Nextel que ganó el mayor bloque de la licitación 21. Por 180.3 millones de pesos, esta sociedad podrá explotar hasta el 2030 el bloque de 30 Mhz para dar servicios de telefonía móvil convergentes con internet.

El periódico Reforma calificó este fallo como una “ganga”. Contrastó los 180.3 millones de pesos que pagaron Televisa-Nextel con los más de 5 mil millones de pesos que pagaron en conjunto los otros competidores de la licitación de la banda 1.7Ghz.

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