13 de noviembre de 2010

Basta de “reformitas”, urge otra Constitución: Muñoz Ledo

En México urge entrar al debate de una nueva Constitución. “Basta de reformitas”. Pero denuncia que la mayoría en el Congreso se mueve por ambiciones personales y al compás de cabildeos de grandes intereses. “No les importa el país. No tienen capacidad de dirigir grandes reformas… Se zurran en su palabra; les valen los compromisos. Es un Congreso de chisguete”, dice uno de los 13 diputados del Partido del Trabajo.

Bajo ese panorama, admite que los legisladores que representan a partidos de oposición, como él, no pueden hacer nada. “El cambio no va a venir de la política tradicional, porque esta clase política es absolutamente corrupta”, critica en su libro La vía radical para refundar la República, editado por Grijalbo.

La tesis de su nuevo libro es entrar al debate de una nueva Constitución. ¿Hay condiciones?

Los políticos viven en el day to day, no ven el futuro. No se trata de hacer una reformita y otra, sino de revertir un camino histórico. El Congreso no sirve, es de chisguete; sólo es capaz de aprobar reformitas.

¿Pero otra Constitución cuando no pueden en el Senado ni con la reforma política?

Manlio Fabio Beltrones [presidente del Senado] se olvidó del esfuerzo que se hizo en 2007 para avanzar en esto; se zurran en su palabra, es lo que hacen, no se respetan ni a sí mismos ni al país. Es una clase política sin compromiso con el país.


¿Usted qué puede hacer desde su curul?

Nada, absolutamente nada. Somos 13 legisladores, no se me puede pedir que haga leyes con 2.6% de la representación en el Congreso de la Unión.

En las tres primeras hojas de su libro lamenta que en 1988 “pudimos ser adelantados de la historia, pero los principales dirigentes carecían de los tamaños para entenderlo”.

¿Y si le ponemos nombres?

Estaba la familia Cárdenas, que no quiero más pleito con ellos, que finalmente jugaron dentro del régimen y no estaban en desacuerdo con él, muestra de ello es la entrevista que Cuauhtémoc Cárdenas tuvo una semana después con Carlos Salinas.

¿Traicionó?

Esas palabras no las uso, creo que fue un error inmenso, él mismo lo reconoce.

¿Está convencido de que en el año 2000 tomó la mejor decisión?

No había de otra que romper el sistema. Sólo teníamos la fórmula chilena. Los que fallaron fueron otros. Yo cumplí mi compromiso, ahí están los libros, el material, pero [Vicente] Fox no hizo la reforma del Estado.

¿Cuál fue el fracaso?

La corrupción no se acabó, se multiplicó; se metamorfoseó. Cuando vino la transición, él estuvo al frente, era un ambicioso, codicioso, sin ningún escrúpulo. Vicente Fox es un irresponsable histórico. ¿Y qué se hace si la gente que tiene ese papel histórico no responde?

Desde 2005 Muñoz Ledo no se ha separado de Andrés Manuel López Obrador.

“El problema de la izquierda no puede reducirse a las diferencias estratégicas entre personalidades y corrientes, ni menos a contingencias electorales. Es de mayor envergadura. El verdadero dilema está en la honestidad política y la abrogación verdadera”, afirma Muñoz Ledo en la página 242 de su libro.

¿Qué tanto va a lastimar al movimiento una ruptura de López Obrador y Ebrard?

Habrá un proceso de unidad, aún no sé sobre qué se va a dar. Yo milito por la unidad de la izquierda. Y ellos tienen la mejor relación personal, se hablan casi todos los días.

Asegura que 2011 es el año clave para la ruta que dé certidumbre al proceso de 2012: “Ahí se decidirá si se sigue la vía electoral o no”. Por lo pronto, dice que con asistir a un mitin de López Obrador se podría medir la movilización social que apoya un cambio en México.

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