19 de noviembre de 2009

Maniobras en la Cámara para echar abajo el presupuesto


Hasta la oficina de Francisco Rojas Gutiérrez llegó la información, incluso con los detalles: sí son reales las maniobras, los intentos por echar abajo el presupuesto que aprobaron los diputados. Pero no sólo senadores panistas buscan presionar al jefe del Ejecutivo para que ejerza el veto, también podría haber priístas.

Ayer, temprano, antes del comienzo de la sesión en San Lázaro, Rojas Gutiérrez habló del tema con su equipo de confianza. Determinaron que no entrarán en el juego de los dimes y diretes, mucho menos en una batalla verbal. Pero, agregaron, no permanecerán inmóviles, defenderán sus argumentos, y entre ellos, dedicado a quienes cuestionan la permanencia del coordinador de los diputados priístas, el hecho de que en política lo que cuenta son los resultados, y que en este sentido el presupuesto tuvo solamente 25 votos en contra.

En ese mismo despacho, en la madrugada del lunes, Francisco Rojas había llevado a cabo la última negociación con representantes del gobierno para obtener más recursos para el campo. También fue él, quien participó en las conversaciones para evitar que la Secretaría de Hacienda llevara adelante su proyecto de controlar aún más el flujo de recursos para obras federales en los estados y municipios.

Pero no sólo había molestia de ese lado. También en la bancada panista, en reunión plenaria de sus integrantes, surgieron expresiones de molestia o desconcierto ante la actitud de otros militantes de su partido, senadores que amenazaron con pedir al presidente Felipe Calderón que vete el presupuesto, lo cuestionaron, cuando fue evidente, como en el caso de Gustavo Madero, que no había leído, no conocía bien el proyecto aprobado.

“Lo que lograron, y habrá que agradecerle a Creel y otros senadores, fue que colaboraron para que nos uniéramos más, para que cerráramos filas, y se otorgara un voto de confianza a Josefina Vázquez Mota y los vice coordinadores”, dijo al cronista uno de los participantes en la reunión.

Fue hasta el siguiente día. Evidente el cansancio en varios de los integrantes de la Cámara de Diputados. En el salón de sesiones el ambiente parecía relajado. Ningún tema en el orden del día invitaba a la polémica. De hecho la asamblea comenzó los trabajos con una carcajada cuando desde su curul el petista Mario di Costanzo Armenta interrumpió al presidente de la Mesa Directiva, Francisco Ramírez Acuña, le preguntó: “¿Podría usted decirnos, de acuerdo al reloj parlamentario, qué día es hoy, en qué fecha estamos?”.

La cúpula de los diputados había decidido que no se tratara ayer el asunto del SME. Antes de que iniciara la sesión, el líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, buscó a Francisco Rojas para hablar de ese tema. En el interior del Palacio Legislativo estaban varios trabajadores electricistas que acudieron a un foro. Afuera, decenas más en plantón. En los sótanos policías federales. Será hasta el martes porque agotados, los legisladores se fueron a descansar; hicieron su propio puente.