19 de noviembre de 2009

Sí existe el infierno - Rosario Ibarra

Sí existe el infierno


Las cuatro palabras que dan nombre a estas líneas las escuché hace ya varios lustros de labios de un preso. En las ya añejas andanzas de las madres y familiares de los desaparecidos políticos mexicanos, y de todos los de la que Rubén Darío llamaba “la América fragante de Cristóbal Colón” y que el apóstol Martí hizo “Nuestra”, en las cárceles ilegales, clandestinas, criminales, odiosas; en los cuarteles “habilitados” para sus ilícitos fines; en bases navales; en islas a las que ninguna embarcación puede acercarse; en casas en pleno centro de las ciudades, desde donde brotan los alaridos de la tortura que sufren los secuestrados por policías ilegales y por militares violadores del Código de Justicia Militar, en obediencia criminal a órdenes arbitrarias de infames superioridades... en todos esos recovecos de la “criminalidad oficial” se piensa en el infierno... en él deben de haber sufrido los 90 mil desaparecidos de América Latina...

No hace falta mucha inteligencia para imaginar las condiciones terribles que viven quienes llegan a caer en esos lugares... Algunos de los que son enviados al fin de los martirios a cárceles públicas se sienten felices... “Ya la hice”, dicen que piensan (aunque no hayan cometido delito alguno), sienten como una verdadera bendición el que los encierren en las sucias y sombrías celdas de las prisiones públicas... porque cuando menos allí tendrán visitas de sus seres queridos y derecho a que los pueda defender un abogado... pero... pero... allí se inicia el nuevo calvario, que en ocasiones se convierte en una de las muchas formas del infierno... Allí viven a su antojo tres criminales peligrosos, entronizados en este país: la simulación, la impunidad y la corrupción, que son los monarcas en esos lugares sombríos.

A lo largo de más de 30 años, los familiares de los desaparecidos políticos hemos dado una fuerte y tenaz lucha por la libertad. No hemos tenido la fortuna de rescatar a los nuestros, pero nos hemos contagiado de la alegría de las madres que han tenido la dicha de abrazar a sus hijos, de las esposas que han recuperado a sus compañeros, de los hijos y de los hermanos que han vuelto a ver a los seres que reclamaban... ha sido una forma maravillosa de sentir que nuestra lucha ha servido; que creemos que nuestros hijos estarían orgullosos de nosotros si pudieran verlo.

A lo largo de los 32 años de existencia del Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, al que desde 1979 llamamos comité ¡Eureka! (he hallado, he encontrado, que tal es el significado de la palabra griega), porque en ese año rescatamos 148 desaparecidos que sufrían prisión ilegal en los sótanos del Campo Militar Número Uno... porque en ese año se dio la amnistía que exigíamos desde 1978 para los presos políticos, que dio la libertad a mil 500 de ellos, por eso, porque logramos que salieran del infierno en el que pasaron muchos años de sufrimiento, hoy de nuevo exigimos al actual gobierno una nueva ley de amnistía, como una forma de resarcir al pueblo de tanta injusticia, no sólo de la que se vive dentro del infierno de las cárceles, sino del infierno que viven sus familias, el infierno de la miseria, del hambre, del engaño, del desempleo, de la perversidad de los encaramados en el poder, que se atreven a hacer más miserables a los que poco o nada tienen.

¿No se pondrán a pensar los poderosos, los que se sienten intocables, los que creen que no corren riesgos desde la cumbre inalcanzable en la que piensan que existen y en la que disfrutarán por años y años de una vida tranquila para ellos y para los suyos?... De seguro que no saben historia, aunque hablen de centenarios y bicentenarios; seguramente quieren que, como ellos, en todo el país se ignore lo que pasó en aquellos remotos tiempos... sí, los de la Independencia y los de la Revolución...

¿Será por eso que hacen tantos “puentes”? ¿Será uno de sus propósitos el que se olvide la historia patria y que nadie sepa qué sucedió el 20 de noviembre, el 15 de septiembre y todas las demás fechas en las que la lucha del pueblo arrancó la libertad a los tiranos?

Y si no conocen esa parte de nuestra historia, menos sabrán de aquel príncipe tracio convertido en esclavo que murió en la cruz, muchísimos años antes que Jesucristo, que luchó por justicia y por libertad para los suyos y que antes de expirar exclamó: “Volveré y seré millones”. Aquel hombre joven y valiente —por si lo ignoran “los intocables”— se llamaba Espartaco y su espíritu rebelde nos dejó el deber de ser parte de los millones de su ser valiente... tomémosle la palabra hasta que podamos decir que el infierno no existe .

Dirigente del comité ¡Eureka!

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