17 de abril de 2010

Temacapulín organiza su defensa con el apoyo de AMLO y diputados


 
Una veintena de legisladores federales del PRD, PT y Convergencia entre senadores y diputados, acudieron al llamado de Andrés Manuel López Obrador y tuvieron una reunión pública en Temacapulín, de la cual surgió un manifiesto cuyo primer punto es que no se permitirá la construcción de la presa El Zapotillo auspiciada por el gobierno federal en conjunto con Jalisco y Guanajuato, pues condenaría a Temacapulín, Acasico y Palmarejo a la desaparición bajo las aguas del embalse.

El gobierno panista jalisciense quiso dejar sentada su atención en el acto celebrado en la plaza principal de este pueblo y envió un convoy de al menos siete patrullas, varias blindadas y todas con su número de serie tapado con cinta negra y sin placas de circulación. En total, una treintena de elementos armados con rifles R-15, lo que obligó al diputado Porfirio Muñoz Ledo a exhortar el retiro de las unidades por carecer de razón su presencia en un “acto ciudadano en el que estamos diputados y senadores”.

En el grupo que se dio cita en este pueblo de la zona alteña, a dos horas de Guadalajara, estuvieron senadores como Ricardo Monreal, Yeidckol Polevnsky y María Rojo, además de diputados como el propio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Mario Di Costanzo y Laura Itzel Castillo. Diez senadores y 16 diputados que se pronunciaron en Jalisco contra los actos del gobernador Emilio González Márquez y el gobierno federal, al insistir en construir una presa que condena a tres pueblos a su desaparición sumergidos.

López Obrador, al final de la asamblea y en entrevista, dijo que todo el grupo legislativo pedirá la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que se atienda la resolución que sobre los derechos de los habitantes de los tres pueblos amenazados, emitió recientemente la Comisión Estatal de Derechos Humanos sin que hubiera respuesta del gobierno estatal.

Yo le recomendaría al gobernador de Jalisco (Emilio González Márquez), a Vicente Fox (dueño de un rancho en Guanajuato que se vería beneficiado por el acueducto desde la presa en Jalisco), a (José Luis) Luege Tamargo (director de la Comisión Nacional del Agua) y a todos los que están metidos en este negocio, que vayan pensando en otras opciones porque la presa no se va a construir”, sentenció.

Además, dijo, el caso de la presa El Zapotillo y sus implicaciones sociales y ambientales, será subido a tribuna en las dos cámaras en cuanto inicie el periodo ordinario de sesiones. Y que también durante la Cumbre Mundial de Cambio Climático que se realizará en noviembre en Cancún “nuestro movimiento lo va a plantear y será un tema fundamental de la Cumbre, nada que se quiera hacer pasar el gobierno usurpador como candil de la calle y oscuridad de la casa”.

Policías anónimos

A media asamblea, en la pequeña plaza de Temacapulín que congregó al menos 300 personas atentas a la presencia y palabras de los legisladores, llegó sin previo aviso un convoy de al menos siete camionetas pick up, varias blindadas, cada una al menos con cuatro uniformados, todos al igual que las camionetas sin la placa y el número de serie visible, todos también portando poderosas armas largas R-15 con diferentes cartucheras, la de los comandantes con tambor de más de 100 tiros.

Eso provocó un rápido revuelo y la suspensión momentánea de la reunión, mientras los policías se apostaban en los tres costados de la plaza. Rápidamente, el diputado Muñoz Ledo se levantó de su lugar en el presídium y se apersonó con el grupo armado.

-¿A qué se debe su presencia?-, preguntó al que se identificó de entrada sólo como el comandante de los policías estatales.
-Nosotros somos policías del estado y podemos andar en todos lados.
-Pero ustedes no pueden amenazar a una reunión pacífica y pública.
-Nosotros no vinimos a amenazar a nadie ni mucho menos.
-¿Entonces quién los llamó?
-Nosotros traemos un operativo aquí en la zona.
-Yo rogaría a los señores periodistas pidió Muñoz Ledo dirigiéndose a los medios que atestiguaban la presencia policial que digan cuántos hombres con armas largas están rodeando a un grupo de diputados y senadores que vienen a visitar un pueblo para ver su programa social.

A la vez, el “comandante” hablaba por su radio. “Díganle a la gente que aborde”. Le contestan: “¿34?” Y el “comandante” vuelve a decir: “Aborden”. Se escucha del otro lado de la radio: “A ver compañeros, abordamos las unidades”.

Nueva intervención de Muñoz Ledo: “Voy a hablar en este momento al gobierno del Estado, pero yo le rogaría que se retirara porque lo que están haciendo es contrario de la Constitución. esta es una asamblea, somos más de 20 legisladores”.

-Nosotros traemos un operativo sobre la zona, pero no venimos aquí con ustedes ni mucho menos. Continúen, gracias-, trató de terminar el “comandante” el intercambio con el diputado.

Entonces intervinieron los periodistas para cuestionar al policía: “¿Cuántos son?”. Siete unidades con cuatro elementos cada una. “¿Cuál es su misión?”. Aquí no hay ninguna misión, traemos un operativo sobre la zona nada más. “¿Operativo de qué?”. Normal, de esos que se hacen en toda la región, un operativo normal. “Pero muchos pobladores dicen que la Policía Estatal nunca viene”. Por eso, ahora sí ya nos mandaron. “Parece una provocación”. Para nada. “¿Cuál es su nombre?”. Comandante Ortiz. “Pero quiero saber su nombre”. Óscar Órtiz. “¿De quién vino la orden?”. Del director (de la Policía Estatal, Alejandro Solorio Aréchiga).

En la entrevista, López Obrador criticó la presencia armada. “Es un acto de intimidación muy torpe del gobernador de Jalisco, esto no se hace porque se trata de un movimiento pacífico y no debieron haber mandado policías, creo que fue un error”.

Los policías comenzaron a retirarse poco a poco y al final quedó un grupo visible de sólo cinco uniformados. La asamblea terminó sin mayores contratiempos y antes de abordar el autobús que los trasladaría de regreso a Guadalajara, el grupo visitó los sitios históricos del lugar, incluida la parroquia de más de 250 años de antigüedad, un pequeño museo comunitario y algunas casas para conocer las condiciones en que viven los pobladores de Temacapulín.

Legisladores y activistas

Durante la asamblea, una vecina de Temacapulín, María Alcaraz, recordó los cinco años que llevan de lucha para impedir la construcción de la presa y dijo que quienes habitan los tres pueblos condenados por el proyecto a desaparecer “no somos animales para que nos lleven de un potrero a otro” y que “sólo muertos” dejarían el pueblo. Claudia Gómez Godoy, abogada del Colectivo Coa y quien junto a otros profesionales lleva la defensa de las comunidades amenazadas, recordó las recientes amenazas de muerte “por gente que no conocemos” recibidas por cuatro miembros del Comité Salvemos Temacapulín, una periodista y otro activista.

Luego la senadora Rosalinda López comenzó la serie de ocho intervenciones que hicieron los legisladores que acudieron a la convocatoria. Dijo que en breve vendrán a Temacapulín miembros de la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado, presidida por el PRD.

El senador nayarita Francisco Castellón recordó el incumplimiento de los compromisos que hizo el gobierno federal en la presa El Cajón, ubicada en los límites de su estado con Jalisco, donde también se inundó un pueblo, El Ciruelo, y se terminó con la vida comunitaria.

La senadora Yeidckol Polevnsky adelantó que durante la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático, en Cancún, se dará a conocer al mundo la serie de abusos que existen en México, con énfasis en Temacapulín, porque el país no puedes ser anfitrión mientras pisotea la ecología y a sus habitantes.

El coordinador de los diputados del PRD, Alejandro Encinas, señaló que casos como el de las presas El Cajón, Tequesquitengo o Cerro Gordo, Oaxaca, no deben repetirse, pues en el caso de la presa El Zapotillo la intención es ofrecer 3 metros cúbicos de agua por segundo a la ciudad de León, algo que es casi igual a lo que aporta el sistema Lerma a la Ciudad de México, lo que es “una cosa absolutamente irracional”. También afirmó que no son diputados de uno u otro partido los que asistieron a la reunión, sino legisladores “de un movimiento que quiere rescatar la soberanía del país y reivindicar el derecho de todos los mexicanos a una vida digna”.

En su turno, el diputado Porfirio Muñoz afirmó que lo que se pretende hacer en los tres pueblos jaliscienses “es un acto de satrapía política”, ya que la intención refleja insensibilidad histórica de un gobierno nacional espurio y “la capacidad atrabiliaria de un gobierno local que dirige el Ayatolá González” y pidió “inundar” Los Pinos “con una multitud de solicitudes de renuncia a Felipe Calderón, que se vaya”.

Hablaron además el senador Lázaro Mazon Alonso y la diputada Teresa Guadalupe Reyes Sahagún y estuvieron presentes el delegado municipal de Temacapulín, Refugio Yáñez, y el regidor de Cañadas, Jesús Gutiérrez. Ningún miembro de la dirigencia estatal del PRD ni diputado local de ese partido –aunque sí el dirigente estatal del PT-, estuvieron presentes en el acto, al que sí acudió en representación del alcalde perredista de Tlajomulco, Enrique Alfaro, el encargado de la oficina especial anticorrupción de ese municipio, Esteban Garaiz.