3 de agosto de 2010

Banda 1.9 || Esteban Garaiz #Mexico #Telecomunicaciones

Tres mil millones condonados a los más poderosos. IVA en alimentos y medicinas para los pobres empobrecidos. Violación abierta de los artículos 28 y 134 de la Constitución por el titular único del poder Ejecutivo federal, que en aquella turbulenta mañana protestó guardarla y hacerla guardar. Incluso de la Ley de Telecomunicaciones. Quebranto severo al patrimonio nacional. “Todos están advertidos”, dice el diputado Javier Corral del Partido Acción Nacional ¿Alrededor de estas atrocidades nos quieren convocar a la unidad nacional?

Porque no es sólo un descarado favoritismo hacia los potentados del país por parte del gobierno, y en contra de las mayorías trabajadoras. No es sólo que al que tiene caballo le den silla. Es bastante peor: es impúdicamente favorecer de manera ostensible, en la licitación de la ahora famosa fibra óptica y del espectro radioeléctrico propiedad de la nación, inclinando la balanza a favor de un consorcio aliado del gobierno en turno (no del Estado) y en detrimento de otros, violando la más elemental equidad en la subasta. Hasta la más alta clase empresarial está siendo dividida y confrontada desde el gobierno. No se puede convocar así a la unidad nacional.

No estamos hablando de cacahuates ni de expresiones cargadas de ideología. Son hechos contundentes. Datos duros. Alejandro Cantú, director jurídico de Telcel, informa que reclamará formalmente a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), ahora bajo la jefatura de Mony De Swaan, el subalterno de Juan Molinar Horcasitas, que la única postora Televisa-Nextel iguale la oferta de los otros operadores, hasta los 5,067 millones pagados por ellos por otra banda hertziana equivalente, en vez de los 180 millones que ha ofrecido Televisa.

Estamos hablando de 28 veces de diferencia. Las propias bases de la licitación no sólo permiten, sino que obligan, según el citado artículo 134 constitucional, a declarar desierto el concurso, en vista del notorio daño patrimonial que se ocasionaría. Jorge Álvarez Hoth, que fue subsecretario de Comunicaciones, lo ha dejado suficientemente claro: Cofetel puede declarar la licitación desierta por contravenir el interés público, o reasignar el espectro”. Pero no.

No son las únicas voces. Javier Corral, panista de los de antes, hombre probadamente recto, uno de los que más conocen las entrañas de las comunicaciones en México, fundador y primer presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), actual presidente de la comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados, tampoco se anda con rodeos frente al gobierno corrupto. “Es un atraco a la nación, es un robo. Pero es la crónica de una licitación anunciada. Nosotros lo dijimos, denunciamos que no había puja alguna y que todo estaba hecho para que la corrupta Televisa se quedara con la frecuencia”.

Transparencia Mexicana, organismo no gubernamental que debía actuar como testigo social en el proceso de licitación, no ha presentado el informe correspondiente, lo que supone “una gran omisión”.

A pesar de ello, la SCT, a cargo del polifacético servidor público Juan Molinar Horcasitas, ex consejero electoral y experto en seguridad social, además de impulsor de la educación cívica (y contratador durante la campaña de 2006 del delincuente electoral español Antonio Solá, que violó durante meses el artículo 133 en compañía de Calderón) ya entregó a Telefónica (ahora dirigida por el ex secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz) y a Televisa-Nextel, el título de concesión para la explotación de la frecuencia de 1.9 Ghz o gigahercios del espectro radioeléctrico propiedad de la nación y con la fibra óptica adquirida por el Estado.

Pero no terminan ahí las turbiedades. El nuevo titular de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony De Swaan Addati será denunciado penalmente, según anuncian los dirigentes de cuatro partidos políticos, por haber aceptado y protestado el cargo sin reunir los requisitos de ley. En efecto, el artículo 9-C de la Ley Federal del Telecomunicaciones determina que, para ocupar el cargo en Cofetel, se requiere haberse desempeñado de manera destacada en actividades profesionales de servicio público o en las académicas vinculadas con el sector de telecomunicaciones. Pero, una vez más, el respeto a la ley no parece ser una de las mayores preocupaciones de este sexenio.

Heinrich Rudolph Hertz (1857-1894), profesor de Bonn, descubridor del efecto fotoeléctrico, dio su nombre a las ondas hertzianas y a la unidad de frecuencia, el Hertz o hercio en español, que tantas ambiciones despierta y a tantas corrupciones da ocasión.

egaraiz@gmail.com

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